En el caso de Lía Gimeno, la osadía no es probar con un proyecto nuevo en medio de la pandemia sino subir la apuesta del negocio que ya tenía. "Una tienda friki", como le gusta definirla a ella, que llevaba año y medio en un pequeño bajo del callejón de Canuto Berea y que, como todas, tuvo que hacer un parón la pasada primavera. Esta comerciante notó los temblores de la crisis del Covid antes de que el nombre de la enfermedad se hubiese popularizado en España. La mayor parte de los productos que vende proceden de Asia y el parón de las fábricas le causó problemas de abastecimiento desde principios de año, con la eclosión del coronavirus en China. Lo que en un principio era un inconveniente para su negocio acabó por convertirse en una ventaja. "Cuando en marzo tuvimos que cerrar me cogió con poco stock, así que no tenía mucho dinero invertido", explica. Mientras algunos comercios no se repusieron del golpe del primer confinamiento, Gimeno volvió a abrir la persiana y además le fue bien en los meses siguientes. Tanto que se decidió a montar su negocio en un local más grande y transitado.

"Fue un impulso", relata esta barcelonesa llegada a A Coruña con su tienda de pop culture. Desde este mes, figuras de Harry Potter, Dragon Ball o Charlie y la fábrica de chocolate asoman al escaparate en el cruce de la Estrecha de San Andrés con San Nicolás. "La ubicación es muy buena y es mucho más grande, la tienda que tenía era más pequeña que el almacén que tengo ahora", compara Lía Gimeno, que no se lo pensó a la hora de aumentar su inversión. "El verano lo he llevado bien y llevo todo el año ahorrando como una hormiguita, así que ¿por qué no? Si va mal me vuelvo para casa y vendo lo que me quede por internet", expone en tono positivo.

Salvar la Navidad

La incerteza preocupa a pocas semanas para la campaña de Navidad, que pese a todas las rarezas de este año sigue siendo la temporada con más expectativa de ventas para tiendas como La Liada. "La verdad es que el día que anunciaron el cierre de la hostelería me dio un tembleque. A ver cómo va todo esto. Estamos en un momento de mucha incertidumbre", señala. "La campaña navideña lo es todo", afirma Lía Gimeno, así que cruza los dedos para que la pandemia no se recrudezca, que el comercio permanezca abierto y que ese deseo de "salvar la Navidad" en estos días están en boca de muchos políticos se cumpla.

Pese a dirigirse a un público familiarizado con las nuevas tecnologías, en el caso e La Liada la venta online es residual. Su fortaleza es el canal físico, donde los clientes pueden ver a escala real y tocar objetos tan fantasiosos como una versión gigante de la chocolatina Wonka que dio el pase a Charlie para visitar la fábrica de chocolate, según el relato de Roald Dahl que inspiró la película Tim Burton.

Para combinar la lucha contra la expansión del coronavirus con la alegría, La Liada ofrece mascarillas de tela estampadas con ilustraciones como la del popular personaje del manga Shin-chan.

El mítico vecino Totoro de Studio Ghibli, referente japonés de la animación, también habita en las estanterías de la tienda de Lía Gimeno, junto a gorras de Arale y toda suete de merchandising de la entrañable Dragon Ball, una flecha directa a los nostálgicos de mediana edad. Gimeno apuesta por lo friki como elemento diferenciador y asegura que lo que ella vende "no lo vende nadie más en A Coruña". "Hay tiendas temáticas en la ciudad, tiendas de cómics, de merchadising... pero ninguna como esta", asegura orgullosa.