Nuevo giro de guion en el gobierno de la patronal gallega. Si el martes uno de los dos candidatos a presidente, Pedro Rey Vera, daba la espantada cinco minutos antes de la votación, ayer el aspirante electo, José Manuel Díaz Barreiros, anunció su renuncia al cargo. Apenas 48 horas ha durado el mandato del ourensano al frente de la Confederación Gallega de Empresarios (CEG), que lleva cerca de tres años sin ponerse de acuerdo para elegir un líder que contente a las distintas facciones. Díaz Barreiros aspira a serlo. Según comunicó la CEG, la renuncia se produce a consecuencia de las dudas de algunos vocales sobre la legalidad del proceso. La propuesta del presidente saliente es repetir las elecciones para refrendar su victoria y acallar las críticas.

“Tiene intención de presidir la CEG pero no quiere empezar un mandato embarrado”, explican fuentes próximas a la patronal gallega. Al haberse retirado el candidato pontevedrés en el último momento, Díaz Barreiros no tuvo oponente en la asamblea del martes y fue elegido por aclamación y no por votación. El comunicado urgente con el que la patronal gallega informó de la renuncia en la tarde de ayer argumenta que en todo caso los números estaban a favor del ourensano, que obtuvo 21 votos telemáticos —emitidos antes de la retirada de Rey—, que sumados a los 116 vocales representados en la asamblea suponen una amplia mayoría de 137, el 76% de los 179 con derecho a voto. La cuenta presupone el apoyo total de la asamblea a Díaz Barreiros, que en todo caso tenía asegurados de antemano 100 votos, los correspondientes a las confederaciones de A Coruña, Lugo y Ourense, de la que fue vicepresidente. Los empresarios de Pontevedra, por su parte, habían manifestado ya su apoyo al vigués Pedro Rey Vera, cuya retirada de última hora causó un gran malestar entre los empresarios del sur. Él argumentó al día siguiente que las organizaciones provinciales le pidieron echarse a un lado en un encuentro exprés.

Los recelos sobre la legitimidad del nuevo presidente llegaron de la mano de la patronal de Pontevedra, encabezada por Jorge Cebreiros, y de organizaciones sectoriales como Asime (metal), Cegasal (centros especiales de empleo) y CECE Galicia (centros educativos privados), que lidera el expresidente de la CEG Antonio Diéter Moure. Estas agrupaciones empresariales se dirigieron a la secretaría de la patronal gallega para recabar información del proceso electoral “poniendo en duda su correcta celebración con escritos firmados por los vocales representantes”, según explicó la propia entidad.

A la vista de estas “dudas manifiestas” que “ponen en entredicho la legalidad del proceso electoral democrático”, Díaz Barreiros ha optado por renunciar a su nombramiento “con la finalidad de proteger la buena imagen de la institución” y despejar las sombras sobre su liderazgo. La CEG ha confirmado a este periódico que la nueva convocatoria electoral va adelante como es previsible —la cuestión que ha de someterse a los órganos de decisión de la CEG— Díaz Barreiros volverá a presentarse, con la ánimo de salir elegido en votación y confrontar su candidatura con las que puedan concurrir en un proceso que ha de celebrarse “pronto”.