A un mes de finalizar el año y con los balances ya muy avanzados, la calculadora de la gran mayoría de autónomos no revela buenas cifras. Solo el 11% de los trabajadores por cuenta propia en España no finalizará el ejercicio con pérdidas respecto al año pasado. Bares y restaurantes obligados a cerrar cada cierto tiempo, comercios con baja demanda o limitaciones de aforo, muchas de las actividades del sector cultural clausuradas hasta nuevo aviso... La caída de facturación entre los autónomos está siendo generalizada y el 84% de los integrantes del colectivo (un total de 3,2 millones en toda España) ya avanza que facturará menos este 2020 de lo que lo hizo el 2019; según los datos del nuevo barómetro de ATA publicado este lunes.

Las nuevas restricciones decretadas por las administraciones durante esta segunda ola han provocado un empeoramiento de las perspectivas que el colectivo de autónomos manejaba hace unos meses. Pues tras el balón de oxígeno que supuso para algunos la discreta campaña de verano, las expectativas han ido a la baja con la llegada del otoño. Si bien tanto en el primer estado de alarma, como en el segundo, las calculadoras de la mayoría de autónomos ya avanzaban un mal año, las previsiones de cuánto sería la caída de facturación se han agravado. Mientras en abril el 73% de los encuestados por ATA pronosticaba un descenso de facturación para este ejercicio, dicho porcentaje ha aumentado en 11 puntos en siguientes seis meses, hasta el actual 84%.

La caída de facturación es generalizada y en algunos casos elevada. No obstante, la intensidad de dicha caída se ha ido suavizando durante los últimos meses. Pues si durante el verano casi el 60% de los autónomos encuestados pronosticaban una caída superior al 60%, en el último barómetro de noviembre, dicho porcentaje se ha moderado hasta el 52%. Agrupando todas las pérdidas estimadas por ATA para el colectivo, los trabajadores por cuenta propia estiman una pérdida de 60.000 millones de euros.

Actividad paralizada

Las últimas restricciones a la actividad dispuestas para contener la pandemia tienen paralizado a parte del colectivo. Unos 500.000 autónomos han solicitado el nuevo cese de actividad vigente desde el 1 de octubre, tanto la prestación ordinaria como la extraordinaria. Y la mayoría de los que tienen trabajadores contratados están tirando también de erte. Sólo uno de cada cinco autónomos ha incorporado a todos sus trabajadores tras registrar un expediente de supensión, según revela la encuesta de ATA.

Todo ello tendrá un impacto, directo o indirecto, en el empleo y las plantillas que mantienen parte de los afiliados al RETA. El 14,4% de los autónomos con trabajadores a cargo ya ha efectuado algún despido desde que comenzó la pandemia. Y dos de cada tres ya planifica recortes de plantilla a futuro. No obstante, los problemas de liquidez causados por las caídas generalizadas de facturación pueden bloquear parte de esos despidos, pues uno de cada tres autónomos reconoce que no dispone de la suficiente liquidez para costear las indemnizaciones necesarias para despedir.