El verano y la tregua en la curva de contagios del coronavirus sentó muy bien a la economía de la Eurozona. La recuperación del consumo de los hogares impulsó un rebote del 12,5% de su PIB y del 11,5% en el caso de la UE, según los datos difundidos ayer por Eurostat, que rebaja una décima ambas cifras en comparación con las que publicó en su anterior revisión. El repunte sigue siendo el más alto registrado desde que empezó la serie histórica en 1995, tras una caída también sin precedentes en el segundo trimestre (del 11,7 % en la eurozona y del 11,3 % en la UE) por la pandemia de coronavirus.

España, con un alza trimestral del 16,7%, lidera junto con Francia (18,2%) los ascensos, mientras que las menores subidas están en Grecia (2,3%), Estonia y Finlandia (3,3 % ambos) y Lituania (3,8%). En términos interanuales, respecto al cierre del tercer trimestre de 2019, España, con una caída del 8,7%, registró el cuarto mayor retroceso de PIB en toda la UE, por detrás de Grecia, donde descendió un 11,7%; Croacia (10%) y Malta (9,2%).

La tasa de ocupación aumentó un 1% en la eurozona y un 0,9% en la UE en tasa intertrimestral. Por países, Irlanda registró el mayor aumento del empleo (3,3%), seguida de España (3,1%) y de Austria (3,0%), mientras que los principales descensos se dieron en Lituania (un 1,9% menos) y Rumanía (1%).

Precisamente a partir de la evolución del empleo, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, cree que en un escenario de estabilidad en el comportamiento de los ERTE y los autónomos hasta final de año, el PIB podría avanzar un 2,4% en el cuarto trimestre.