Pocas dudas tienen los analistas de que la venta del TSB, la filial británica del Banco Sabadell, será a pérdidas. La necesidad del banco de desprenderse de ese activo, tras el fiasco de la integración con el BBVA, para mejorar sus ratios de solvencia, pone en situación de desventaja al vendedor. Así lo asume la dirección del banco, que da por hecho, sin embargo, que las pérdidas que pueden generarse con la venta y su efecto en el capital, quedarán compensadas al quitarse del balance el activo británico, ya que al desprenderse de él liberará capital. La operación será rentable por encima de 400 millones.