España recibió en los 11 primeros meses del pasado año un total de 18,3 millones de turistas extranjeros frente a los 79,2 registrados en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un descenso del 76,8% o casi 61 millones de visitantes menos, debido a las restricciones provocadas por la pandemia del coronavirus. Los datos de los movimientos turísticos de fronteras (Frontur), facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), señalan que el país encara el peor año turístico de su historia reciente. Al menos desde antes de 1970, año en el que España, en pleno despegue turístico, ya recibió 20 millones de visitantes.

Los datos del penúltimo mes de 2020 apuntan en esa dirección, y difícilmente las cifras de diciembre, que previsiblemente registrarán una leve mejoría, salvarán de la catástrofe al sector, que ha perdido más de 67.000 millones de euros en los 11 primeros meses del año. De hecho, Exceltur, el lobi empresarial del sector turístico, ya ha valorado que las pérdidas del año pueden superar los 105.000 millones. Además considera que podrían perderse 750.000 empleos.

En noviembre, España recibió 456.956 turistas internacionales, un 90,2% menos que en el mismo mes de 2019. Además, el gasto realizado por los visitantes extranjeros hasta ese mes se redujo un 78%, al pasar de 86.901 millones, en el mismo periodo de 2019, a 19.044 en 2020.

Muchos menos visitantes pero de las mismas procedencias: los tres grandes países de Europa (Alemania, Francia y Reino Unido). Pero este 2020, Francia, con 3,7 millones de turistas y un descenso del 65,0% respecto al mismo periodo de 2019, se convirtió en el primer país de procedencia por delante del Reino Unido —habitual número uno —con casi 3,1 millones y una bajada del 82,2%. Alemania aportó más de 2,3 millones de turistas, un 78,2% menos.