La plantilla de la única fábrica de aluminio primario que queda en España, asentada en el municipio de Cervo (Lugo), señaló ayer que “probablemente tengamos una solución muy pronto” para la fábrica de San Cibrao, tras el paso dado por la propietaria del complejo, Alcoa, de volver a negociar la venta de las instalaciones a la Sepi. En la entrega de regalos y comida en el banco de alimentos de Foz, el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, señaló que la perspectiva es “muy buena” pero, con todo, se mostró cauto.

“Hay que tener el optimismo moderado”, porque firmado “no tenemos nada en concreto”, dijo, para a continuación apuntar que los empleados han ido dando pasos que van “en la buena línea”.

No obstante, “hasta que no tengamos la solución por escrito, no tenemos nada, así que ánimo y a seguir luchando”, animó. El comité ha sido convocado a una nueva reunión fijada para el mañana.

El presidente de la siderúrgica en España, Álvaro Dorado, ha dirigido una carta al órgano que tiene a Zan al frente en la que hace constar que, con “el objetivo de encontrar una solución”, el grupo dueño ha tomado la decisión de reconsiderar la operación con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), “tal y como el Gobierno y los representantes de los trabajadores han venido demandando”.

La propietaria del complejo industrial de Cervo pone, con todo, una condición, y es la de que la huelga indefinida que comenzó el pasado octubre se dé por terminada, con el objetivo de que “el proceso pueda desarrollarse en un ambiente de normalidad”.