La primera reunión del año entre el comité de Alcoa San Cibrao (Cervo, Lugo) y la multinacional aluminera sirvió de acercamiento, aunque no brindó un acuerdo para salir de la encrucijada en la que se encuentra la última fábrica de aluminio del país. Después de la sentencia que le impide ejecutar el despido colectivo y parar las cubas (que ha recurrido), la empresa avanzó el lunes su disposición a negociar la venta de la planta a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y ayer se sentó con los trabajadores para poner como condición el cese la huelga que dura ya más de tres meses. El comité le dio la vuelta al argumento: ofrece una suspensión temporal del paro durante siete semanas con la premisa de que primero la SEPI se siente a la mesa para encauzar el proceso de venta. Al término del encuentro telemático, Alcoa “lamentó” no haber alcanzado un acuerdo “por exigencias adicionales” de los trabajadores.

En declaraciones a los medios, el presidente del comité de empresa de Alcoa, José Antonio Zan, valoró que tras varios “rifirrafes”, han “conseguido que Alcoa se moviera en algunos puntos”, como el refuerzo del personal externo para el mantenimiento de las instalaciones y la fiscalización de las negociaciones. Respecto a la exigencia de la empresa de que se desconvoque el paro laboral, el comité plantea “como última oferta” una “suspensión de la huelga y una pax social durante siete semanas” hasta lograr un primer acuerdo. “Lo primero es que entre la SEPI en esta negociación”, reiteró Zan, quien afeó a Alcoa que no haya “corroborado” la disposición actual de la SEPI para negociar antes de hacer su anuncio. “Nosotros queremos buscar un acuerdo que de pax social y una normalidad a la fábrica pero tiene que venir dentro de un proceso de venta y para eso la SEPI tiene algo que opinar, por eso ahora vamos a consultar al Gobierno a ver cómo ve las propuestas de Alcoa”, explicó Zan.

Según la representación de los trabajadores, la compañía maneja un plazo de venta de hasta nueve meses, lo que alargaría el proceso hasta el otoño. Por su parte, Alcoa recalcó que en la reunión de ayer trasladó a los representantes de la plantilla su “disposición a explorar de nuevo” la venta de la planta de aluminio a la SEPI, “tal y como han venido demandando el Gobierno y los representantes de los trabajadores”. La empresa insiste en que esta vía solo se hará efectiva “en la medida en que la huelga” indefinida que comenzó a principios de octubre sea desconvocada. “Sin embargo, la compañía lamenta no haber logrado alcanzar un acuerdo” en la reunión de esta tarde”, debido a “las exigencias adicionales planteadas por la representación de los trabajadores, que Alcoa no ha podido aceptar”, precisan las mismas fuentes, que insisten en que “Alcoa siempre ha actuado de buena fe y está comprometida con el diálogo y la transparencia, para alcanzar el mejor acuerdo posible”. El comité ha pospuesto la asamblea de hoy en espera de conocer la posición del Gobierno y estudiar su respuesta.

Marcha a pie desde Alu Ibérica hasta la Delegación del Gobierno

La plantilla de Alu Ibérica cumple 14 días de huelga y prepara nuevas movilizaciones para exigir a las administraciones que intervengan para frenar una gestión empresarial que a su juicio supone el desmantelamiento de la fábrica de aluminio de A Coruña. Con la readmisión de la compañera despedida de forma disciplinaria como primer objetivo, el comité de empresa ha convocado una marcha a pie desde la factoría de A Grela hasta la Delegación del Gobierno, en la plaza de Ourense. El recorrido se iniciará mañana a las 11.00 horas, para reclamar al Gobierno que actúe para velar por el cumplimiento del plan industrial y los acuerdos de venta de Alcoa. El paro indefinido continúa en la planta a la espera de la mediación laboral comprometida por la Xunta y a la que ha accedido al dirección de Alu Ibérica (Grupo Riesgo). Responsables de la empresa y representantes de los trabajadores tratarán de desescalar el conflicto y acercar soluciones con la intermediación de la Consellería de Emprego.