Siemens Gamesa anunció ayer su intención de iniciar un procedimiento de despido colectivo para cerrar definitivamente su planta de As Somozas (A Coruña), la única del país en la que la compañía fabrica palas de aerogeneradores y que da empleo actualmente a 215 trabajadores. También clausurará otra instalación en Cuenca (Castilla-La Mancha), con 51 empleados.
La compañía, que cotiza en Bolsa, comunicó ayer su decisión a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los cierres afectan en total a 266 empleos. En un comunicado conjunto, el Gobierno, la Xunta y el Gobierno de Castilla-La Mancha lamentaron que la empresa haya rechazado todas las soluciones viables planteadas en los últimos meses. A pesar de ello, las autoridades “mantienen su ofrecimiento a la compañía para seguir analizando opciones de viabilidad alternativas al cierre”, recordando que el contexto actual que ofrece la transición energética es “particularmente favorable” para las energías renovables.
El presidente del comité de empresa, Sergio López, recibió la noticia del cierre por la tarde y lamentó que se trata de una “decisión tomada hace tiempo que se fue alargando”. López reconoció que los trabajadores, en huelga desde diciembre, tenían “la esperanza de que se moviesen las administraciones y metiesen prisa”.
Por mucho que se esperara, el golpe duele mucho en una comarca lastrada por la falta de relevo a la vieja industria y en un sector, el eólico, que pierde otro de los símbolos de su antiguo liderazgo en Galicia. Siemens Gamesa ejecuta el cierre con el pretexto de la batería de medidas impulsadas en la multinacional liderada por la alemana Siemens tras su polémica fusión en abril de 2017 “para mejorar la competitividad, principalmente en el negocio de onshore y ser rentable de forma sostenible”, según la nota de prensa publicada con su “ajuste de capacidad industrial”.
En su último ejercicio fiscal (octubre de 2019-septiembre de 2020), la compañía perdió 918 millones. Los responsables de Siemens Gamesa aseguran que la fábrica de As Somozas no tiene “ningún pedido confirmado” en España para el modelo de pala que produce y “no hay previsión de que haya ningún proyecto” con ella en un contexto de claro revulsivo en el sector eólico. “No existe demanda”, incide, por el desfase tecnológico frente a las actuales necesidades de los promotores. Además, la empresa esgrime “la imposibilidad” de fabricar “de manera competitiva los modelos más grandes que demanda el mercado y para los que sí admite “una demanda significativa en los próximos años” “porque “sus costes son mayores a los de otras fábricas” y “por limitaciones de espacio y de transporte”. El comité denunció la deslocalización a Aveiro, Portugal.
