Creación de empresas, disoluciones y sobre todo muchos ERTE. Los graduados sociales se han encargado en el último año de realizar ingentes trámites para las pymes, azotadas por la inesperada crisis del coronavirus. Susana Soneira preside el colegio profesional de este colectivo en A Coruña y considera que los datos anuales de creación y destrucción de sociedades mercantiles, con saldo positivo, son “una gran noticia” . A su juicio, los ERTE han sido “la tabla de salvación de la mayoría de la pequeña y la mediana empresa”. Sin las medidas dispuestas por el Gobierno, “era impensable que las empresas se pudieran sostener”, apostilla Soneira, que conoce de primera mano la difícil situación de autónomos y pequeños empresarios y su “sacrificio” para salir adelante. “Los que a día de hoy siguen aguantando con sus empresas son héroes”, afirma.

En espera de las gestiones que pueda hacer necesaria la tercera ola del COVID —si hay cierres de actividades habrá nuevas suspensiones de empleo, con los ERTE prorrogados hasta el 31 de mayo—, el Colegio Oficial de Graduados Sociales de A Coruña se muestra optimista para este año. “Fue muy duro, pero ahora lo estamos llevando mejor y el SEPE [Servicio Público de Empleo Estatal] también está funcionando mejor”, comenta Soneira. Con la vista puesta en que la vacunación otorgue cuanto antes la deseada inmunidad para restablecer la actividad normal, la portavoz de los graduados sociales coruñeses hace un llamamiento a “ser positivos y hacer un último esfuerzo entre todos”. Asegura que la lucha del empresariado gallego, en su mayoría autónomos, está siendo “leonina” y que aquellos que han tenido que dar el paso de cerrar lo han hecho “con mucha angustia”.

“En las asesorías vemos todos los meses las pérdidas que tienen las pymes, pero los empresarios siguen adelante con sus ahorros porque si se baja una persiana no se vuelve a abrir y de lo que se trata es de sobrevivir esperando a que esto pase”, relata Susana Soneira, que añade que sus clientes están “desquiciados por la incertidumbre” pero con esperanza de que “el próximo cuatrimestre” cambie el signo de la economía y la pandemia de paso a la recuperación. Por eso, dice, “aunque tienen una espada de Damocles, las empresas están aguantando”.

Los asesores han visto también cómo se gestaban nuevos proyectos en el último año, incluso en sectores castigados como la hostelería. “Hay gente que se quedó sin trabajo, capitalizó la prestación por desempleo y abrió un local con toda la ilusión. Necesitamos luchadores para salir adelante”, concluye Soneira.