La aprobación por parte de los trabajadores del preacuerdo firmado entre Alcoa y el comité de empresa de San Cibrao despeja el camino para que la multinacional y el Gobierno de España, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), reinicien las negociaciones para la venta de la planta de aluminio primario.

La “paz social” era la condición exigida por la multinacional para reiniciar esas negociaciones, cuyo fin último sería la adquisición de la planta por parte de la SEPI para su posterior venta al grupo Liberty House, interesado en hacerse con ella. Fuentes consultadas por Efe informaron de que el Gobierno de España ya habría intentado una primera aproximación con la multinacional esta semana, pero Alcoa optó por aplazar cualquier reunión hasta que los trabajadores del complejo industrial ratificasen el preacuerdo para levantar la huelga indefinida.

Después de tres días de votaciones, el 87% de los trabajadores que ejercieron su derecho a voto manifestaron su apoyo al acuerdo. De los 964 trabajadores censados para esta votación, 743 ejercieron participaron (77%).

Por lo tanto, quedó aprobado el acuerdo para suspender de forma inmediata la huelga indefinida, que comenzó a principios de octubre y que ha provocado, según cálculos de la multinacional, más de diez millones de euros en pérdidas. “Con la firma de este acuerdo, Alcoa se compromete a trabajar con el comité de empresa, el Gobierno y la Xunta para encontrar la mejor solución posible para ambas partes”, manifestó la multinacional en un comunicado. Por su parte, el presidente del comité, José Antonio Zan, celebró que se “desbloquea la situación”.