Algunos cajeros ya permiten sacar dinero con reconocimiento facial. Algo que hace pocos años parecía ciencia ficción, pero que hoy es posible porque tecnología y regulación han avanzado juntas. Esto no siempre sucede y por eso el Gobierno ha impulsado un sandbox legal que permita al sector financiero seguir innovando con el radar puesto en los posibles cambios regulatorios que serían necesarios. Es algo que ya existe en países como Reino Unido, que fue el pionero en lanzarlo en Europa en 2017.

Sandbox significa caja de arena; es decir, la parte del parque en la que juegan los niños para no hacerse daño. Y así se utiliza en el sector financiero: es un espacio de pruebas controlado y no desregulado para desarrollar proyectos que mejoren la prestación de servicios financieros. En el sandbox, esas innovaciones están supervisadas por una comisión formada por el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP).

Las empresas podrán desarrollar sus innovaciones en este entorno y la Comisión de Coordinación prevista en la nueva ley de transformación digital del sistema financiero las supervisará durante seis meses (prorrogables), analizando las posibles fricciones con la regulación y los posibles efectos en la protección de los consumidores o la estabilidad financiera. Los promotores podrán así ajustar sus proyectos si advierten que generan riesgos y el regulador podrá también acomodar la normativa si hay obstáculos a la innovación. Porque «muchas veces no será necesario crear una nueva regulación para el proyecto, sino matizar alguna ya existente», comenta Jaime Bofill, socio del despacho Hogan Lovells. Además, señala que una vez aprobada en España, esa tecnología podrá usarse en el resto de la UE.

La aprobación definitiva del sandbox ha tardado en llegar. Luis de Guindos fue el primero que se refirió a la necesidad de un sandbox en 2018, cuando era ministro de Economía, pero el bloqueo político imposibilitó avanzar. Finalmente, el Consejo de Ministros lo aprobó en febrero de 2020... Pero llegó la pandemia y hubo que esperar a final de año para ver la luz verde en el Congreso y el Senado. El 13 de enero la Secretaría de Estado del Tesoro abrió la primera convocatoria para proyectos.

Primeros proyectos

Para entrar en esta primera ronda (habrá dos oportunidades al año), las empresas tienen de plazo hasta el 23 de febrero, pero fintechs y bancos no han perdido el tiempo. Un ejemplo es Bankia que, en colaboración con la fintech Finweg ha presentado un proyecto para lanzar una nueva plataforma de pagos digital con blockchain (tecnología basada en la codificación de cualquier transacción). Su objetivo es la digitalización de cheques, pagarés, cartas de crédito y otros métodos de pago comunes entre empresas.

"Vamos a ver muchos proyectos", destaca Rodrigo García de la Cruz, presidente de la Asociación Española de Fintech (AEFI), que estima que en esta primera convocatoria habrá unos 40 proyectos que se presenten, aunque no todos pasarán el filtro de la comisión, que tendrá un mes, prorrogable otro más, para evaluar el proyecto y emitir una valoración. Después, el Tesoro contará con 15 días para emitir la resolución y el promotor del proyecto contará con tres meses para suscribir el protocolo con las normas y condiciones que tendrá el proyecto.

La innovación tecnológica aumenta el atractivo de las entidades financieras españolas dentro y también fuera de nuestras fronteras. Según el presidente de AEFI, hay muchas compañías de la asociación que están captando capital internacional para entrar en el sandbox y desarrollar productos. "Estamos siendo capaces de que genere inversión de capital extranjero en nuestro país, algo necesario en el momento actual", explica García de la Cruz, que estima la llegada de 1.000 millones de euros en inversión en los próximos años. Con estas novedades, considera que se favorece la creación de nuevos modelos de negocio y que las entidades financieras accedan a la transformación digital.

Además, la aprobación de este marco virtual legal de pruebas trae otra buena noticia bajo el brazo: la creación de empleo de calidad. Se estima que el sandbox generará casi 5.000 puestos de trabajo. Y que al favorecer la competitividad y el desarrollo tecnológico provocará la retención del talento español en empresas nacionales que apuesten por la innovación en la industria financiera.

Quien quede fuera en esta ocasión, en breve tendrá una segunda oportunidad: el proyecto de ley del 'sandbox' marca que se celebrarán al año dos convocatorias de proyectos. Desde AEFI estiman que la siguiente cohorte podría abrirse en el mes de julio o septiembre. "Proyectos que ahora no estén lo suficientemente maduros pueden aplicar para la siguiente, porque 6-7 meses es suficiente para que la innovación no muera", concluye Rodrigo García de la Cruz.