El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, quiere sustituir el actual factor de sostenibilidad por otro que deje de estar vinculado directamente a la esperanza de vida de cada generación para pasar a estarlo a la contributividad al sistema de cada jubilado.

Durante su intervención ante la Comisión Parlamentaria en el Congreso de los Diputados, Escrivá ha detallado algunos de los puntos principales de la reforma de pensiones en la que trabaja, que incluye derogar el factor de sostenibilidad, un cociente reductor aplicado al cálculo de la pensión inicial relacionado con la esperanza de vida en el momento de la jubilación.

En concreto, busca sustituir el factor de sostenibilidad, aprobado por el PP en la reforma de pensiones de 2013, por un mecanismo de equidad intergeneracional, considerando otros elementos para distribuir de forma equitativa el ajuste entre generaciones.

Para Escrivá, "no parece adecuado vincular la esperanza de vida de forma directa" al factor de sostenibilidad, "sino de forma indirecta, teniendo en cuenta otros parámetros" como "la contributividad al sistema que tenga cada uno o el periodo de actividad laboral", evitando así elementos de regresividad que tiene el sistema actual.

Esta medida está aún en una etapa "muy temprana", ha dicho Escrivá, ya que no han comenzado a debatirla con los agentes sociales. "Es un reto, no es evidente cómo hacerlo", ha añadido.

Nuevas realidades

Sobre otro de los temas en debate, el periodo que se tiene en cuenta para el cálculo de la pensión, Escrivá ha insistido en la necesidad de "definir" esos periodos de cómputo "teniendo en cuenta las nuevas realidades del mercado laboral" y combinando la longitud del periodo con la posibilidad de elegir años.

"La realidad del mercado laboral ha cambiado muchísimo en los últimos 15 años con realidades muy distintas", ha señalado Escrivá que ha apuntado a la situación de los trabajadores de mayores de 50 años que perdieron su empleo durante la crisis financiera y no ha conseguido reincorporarse.

En estos casos, ha ejemplificado, el de un trabajador que venía cotizando por bases máximas, hasta que es despedido en 2011 y no vuelve a encontrar empleo hasta su jubilación la pensión se ve penalizada en más de 1.000 euros desde los 2.683 euros de pensión máxima antes de perder el empleo a los 1.570 euros de pensión real con sistema actual.

"En un contexto de carreras menos lineales y con mayores interrupciones y cambios, la contributividad exige una perspectiva amplia de la trayectoria laboral", recoge la presentación de Escrivá.

Sobre el mecanismo que asegurará el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, Escrivá ha señalado que, teniendo en cuenta la inflación, se hará con "una ventana hacía adelante", es decir con el dato de IPC de varios ejercicios, sin contemplar que bajen ningún año.

Complemento de maternidad

Escrivá, que ha repasado toda la batería de medidas en las que se trabaja, ha apuntado que uno de los primeros temas que se va llevar al Congreso es el nuevo complemento de maternidad, acordado con los agentes sociales, y que contribuirá a reducir la brecha de genero en pensiones.

También ha recordado que se estudiará un replanteamiento de las bases máximas como instrumento para corregir la desigualdad, fomentar los planes de empleo colectivos, desincentivar jubilaciones anticipadas o redefinir mecanismos para los que quieran alargar la carrera laboral.

Y sobre la reforma del sistema de cotización de los autónomos por ingresos reales, ha afirmado que está "muy avanzado en el diálogo social" y ha recordado que la mayoría, dos de cada tres, verán reducida la cuota que pagan.

Toda la reforma de las pensiones emana de las recomendaciones del Pacto y se hará previa negociación con los interlocutores sociales, ha subrayado Escrivá, que ha insistido en que el objetivo es lograr un sistema de pensiones "equitativo, moderno y sostenible".