Suspensiones de empleo bonificadas, ceses de actividad para autónomos, moratorias en el pago de alquileres, créditos ICO... El llamado escudo social del Gobierno ha servido para frenar la destrucción del tejido productivo desde la irrupción de la pandemia de coronavirus, pero no ha bastado para impedirla por completo. Los datos de empleo de 2020 por municipios que publicó ayer el Instituto Galego de Estatística (IGE) detallan el daño que el COVID ha causado en el mercado laboral coruñés. El área formada por A Coruña, Abegondo, Arteixo, Bergondo, Cambre, Carral, Culleredo, Oleiros y Sada cerró el año con un saldo negativo de 2.251 puestos de trabajo, lo que supone una caída del 1,47% (en línea con el descenso del 1,8% de cotizantes en el conjunto de Galicia). La pérdida de afiliaciones se concentra mayoritariamente en los servicio, de los que A Coruña tiene una gran dependencia y que son precisamente los más afectados por las restricciones. El área coruñesa perdió en un año 2.333 empleos del sector terciario, principalmente hostelería y comercio.

La estadística de afiliaciones por municipio de residencia del trabajador revela que A Coruña es el segundo concello de Galicia con más porcentaje de su población trabajadora dedicada al sector servicios: el 86,1%, un nivel de dependencia solo supero por Santiago (86,8%). Solo en la ciudad de A Coruña, se perdieron el año pasado 1.698 empleos en los servicios, frente a 253 en la industria, 18 en la construcción y 12 en el sector primario (agricultura y pesca). Al cierre de diciembre, 90.139 residentes en A Coruña estaban de alta en la Seguridad Social en total, 77.620 de ellos en empleos terciarios.

Tomando como referencia los nueve municipios que el IGE considera comarca, el área de A Coruña acabó el año con 155.597 empleados, de los que el 83% (exactamente 128.786) corresponden a los servicios. Este sector destruyó 2.333 empleos en el territorio; la industria, 628; y agricultura y pesca, 36. En contraste, el ladrillo registró un pequeño repunte y cerró el ejercicio con 6 empleos más en el área, hasta alcanzar los 9.726. Por otra parte, los puestos de trabajo de los que no consta el tipo de actividad ascendieron en 52, lo que mitiga ligeramente la caída estadística.

Los datos del IGE también señalan A Coruña como la ciudad gallega con la población en activo menos envejecida. En diciembre de 2020, por cada 100 afiliados a la Seguridad Social en alta laboral menores de 40 años, residían en Galicia 212 trabajadores mayores de esta edad. “Los siete grandes ayuntamientos gallegos, la excepción de A Coruña, presentaban, para este indicador, valores superiores a la media gallega, que variaban desde 213,2 en el ayuntamiento de Ourense hasta 241,2 en Ferrol. En el ayuntamiento de A Coruña el indicador se encuentra por debajo de la media gallega, ya que toma un valor de 210,3 en diciembre de 2020”, explica el informe del IGE.

Otro indicador significativo es la tasa de relevo de la población activa (el ratio entre la población afiliada menor de 25 años y la población afiliada mayor de 55 años, multiplicado por 100). En Galicia, por cada 100 personas que están en edad de abandonar el mercado laboral se contabilizan 15 que ingresan al sistema de la Seguridad Social. De diciembre de 2019 a diciembre de 2020, el número de personas afiliadas disminuyó en los siete grandes ayuntamientos gallegos. “La mayor merma la experimentó el ayuntamiento de Ferrol, donde el número de personas afiliadas a la Seguridad Social bajó en diciembre un 3,9% respeto al mismo mes del año anterior. En el otro extremo se encuentra el ayuntamiento de Pontevedra, que registró la menor caída de las afiliaciones entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020 (un -1,3%)”, destaca el IGE.

En cuanto a la nacionalidad, al cierre de 2020 solo el 3,7% de las personas afiliadas a la Seguridad Social en alta laboral en Galicia tenía nacionalidad extranjera. Aunque los municipios con mayor número de personas afiliadas de nacionalidad distinta a la española son las siete grandes ciudades, en términos relativos, destacan algunos ayuntamientos próximos a la región norte de Portugal, la comarca de Valdeorras y la Mariña Lucense. En el área de A Coruña trabajan 7.140 extranjeros, lo que supone una tasa del 4,7%).

El estudio revela también que A Illa de Arousa es el municipio más volcado en el sector primario (el 47,7% de sus trabajadores se dedica a la agricultura y, sobre todo, a la pesca) y que A Costa de Morte destaca en la construcción, a la que se dedica el 20% en Cabana de Bergantiños, el 18,5% en Vimianzo y el 18,1% en Dumbria, encabezando el ranking de Galicia.

El concello con peso de la industria en su mercado laboral es Caballera de Valdeorras, en Ourense, con el 47,7% de sus trabajadores. En segunda posición está el municipio coruñés de As Somozas con el 37,7%, un porcentaje en riesgo ante el reciente anuncio de cierre de la fábrica de palas eólicas de Siemens Gamesa.

Escrivá anticipa 20.000 nuevos empleos en enero

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, avanzó ayer que en enero se han creado unos 20.000 nuevos empleos en términos medios y desestacionalizados frente a diciembre e incidió en que la recuperación del mercado de trabajo continúa. Durante una entrevista en RNE, Escrivá descartó evaluar el impacto económico que tendría un confinamiento severo por “no estar dentro de los escenarios centrales” que maneja el Gobierno y valoró que la actividad económica alcanzada tras el verano se mantiene “e, incluso, se ha incrementado un poco”. El ministro, que se mostró optimista ante la evolución del mercado de trabajo a la espera de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que se publica hoy, insistió en que hay un nivel de actividad asociada a nuevas altas a la Seguridad Social que “ha ido bien en todos estos meses”. En este sentido avanzó el dato de afiliaciones que publicará su ministerio a principios de febrero y que mostrará un incremento de unas 20.000 afiliaciones más sobre diciembre, eliminado el efecto calendario.