El Grupo Villar Mir, accionista mayoritario de la multinacional de ferroaleaciones Ferroglobe, ha encontrado un camino para salir del agujero financiero que le llevó a plantear recortes en sus fábricas europeas el pasado otoño. Con ese plan de reestructuración todavía por perfilar (la compañía no aclara aún si afecta a Sabón), Ferroglobe ha logrado recapitalizarse con 83 millones de euros (100 millones de dólares). El anuncio de esa inyección de liquidez negociada con los acreedores desató la euforia en la Bolsa de Wall Street, donde la cotización de la compañía española participada por la estadounidense Globe subió un 40% ayer y más de un 50% el lunes al calor de las negociaciones. En la fábrica de Sabón (Arteixo), la última que el grupo tiene en Galicia tras la venta de Cee-Dumbría, la noticia se recibe con cautela y con esperanza de que la liquidez dé alas a una producción que sostiene unos 120 empleos directos.

Ferroatlántica (filial española de Ferroglobe) ha mantenido los puestos de trabajo en su planta coruñesa a pesar del ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) que aprobó hace casi dos años, que supuso una merma de la plantilla en otras factorías pero no en Sabón, dedicada a fabricar silicio metal. Sin embargo, la producción está por debajo del 66% de su capacidad, ya que sigue parado uno de los tres hornos de la factoría. En diciembre de 2019 la empresa tomó la decisión de paralizarlo y la atribuyó a la escasez de fondos obtenidos en la subasta eléctrica con la que el Gobierno bonificaba en ese momento a las compañías electrointensivas. No ha vuelto a producir.

El presidente del comité de empresa de Ferroatlántica Sabón, Armando Platas, señala que solo han tenido una reunión breve con la dirección a principio de año y que los trabajadores están ahora a la espera de nuevos encuentros para clarificar el futuro del plan industrial y su efecto sobre el empleo. Fuentes oficiales de Ferroglobe avanzan que la hoja de ruta para la fábrica coruñesa se definirá en los próximos meses: “El plan sigue su curso de análisis y todavía no podemos confirmar acciones concretas”, explican. El alivio financiero permitirá ejecutar el plan estratégico y despeja el futuro.

Además de la posibilidad de potenciar la actual producción de silicio metal con la reactivación del horno parado, Ferroatlántica Sabón tiene en su horizonte acoger una planta piloto de silicio para baterías de vehículos, dentro del macroproyecto europeo European Battery Innovation en el que participa Ferroglobe junto a otras 65 empresas de doce países.

Ampliación de capital

Ferroglobe inició las negociaciones financieras el pasado noviembre con sus principales bonistas (el 70% de los quienes tenían un bono de 350 millones de dólares que vencía el próximo año). El acuerdo de refinanciación sellado ahora amplía el vencimiento de la deuda de la compañía a través de un canje esos bonos por otros con un plazo mayor (de 5 años), según explicó la multinacional. De la inyección de 100 millones de dólares, 60 millones serán de deuda y 40 millones corresponden a una ampliación de capital.

Los tenedores de los bonos recibirán el 3,75% del capital de Ferroglobe para obtener “mayor alineación de todas las partes interesadas con la gestión de la estrategia y la creación de valor a largo plazo”, según la firma. Para no diluir su posición, el Grupo Villar Mir (que posee el 54% de Ferroglobe) tendrá que suscribir el 54% de esos 40 millones de dólares, para lo que deberá abonar unos 18 millones de euros.