Juan Manuel Vieites, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), entró ayer en el despacho del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, por primera vez desde que fue elegido líder de la patronal gallega (el 21 de enero). Lo hizo llevando un documento bajo el brazo, el Plan de recuperación económica para Galicia con el que los empresarios quieren revertir los efectos del COVID. Una de las prioridades de la propuesta es la reindustrialización de la comunidad, más concretamente de la provincia de A Coruña, con acciones específicas para las “áreas afectadas por cierres de centrales térmicas”. Esto es, Meirama (Cerceda), donde Naturgy dejó de quemar carbón el pasado junio, y As Pontes, donde Endesa prepara la clausura.

“Las áreas afectadas por el cierre de las centrales térmicas necesitan del diseño y puesta en marcha en el menor tiempo posible de planes de reconversión, favoreciendo su viabilidad y alcanzando el reto de crear empleo verde”, sostiene la patronal gallega. En la misma línea, subraya que “uno de los asuntos claves que incluye el plan es la apuesta por la reindustrialización” de Galicia, para lo que aboga por “una planificación estratégica que aborde el desarrollo industrial, los retos de la descarbonización, la digitalización, el envejecimiento activo y el incremento de la productividad que acerque el peso de la industria en el PIB al entorno del 20%”.

La CEG apuesta por la captación de inversión en nuevos proyectos y la formación ocupacional y políticas activas de empleo. Tanto Feijóo como Veites coincidieron en la necesidad de aprovechar al máximo los recursos que, a raíz de la pandemia, llegarán de Europa, con la apuesta de la Xunta por la transición ecológica y la digitalización.

Feijóo, a su vez, situó como retos clave para Galicia la reactivación económica, así como la transición ecológica y digital, además de garantizar que su Ejecutivo “seguirá apoyando al tejido empresarial gallego, impulsado la transformación económica e industrial”. En esta línea, recordó que, desde el principio de la pandemia, el Ejecutivo autonómico puso en marcha el plan de reactivación económica, con una movilización de más de 3.000 millones de euros para apoyar al tejido productivo, con medidas como la línea de avales COVID, para dotar de liquidez a las pymes y autónomos.