El estreno de Este hotel es un infierno fue lo más visto de la cadena DMAX el 24 de enero de 2017 con 378.000 espectadores. Duró una temporada, ocho episodios, incluida una visita a un establecimiento gallego en el que Kike Sarasola se ponía manos a la obra con sus dueñas para la transformación de una antigua residencia de estudiantes, imitación clara del popular formato liderado por el cocinero Chicote en restaurantes en crisis. “Han aprendido, les hemos ayudado... Merece la pena mucho por eso. Ya aviso, vais a llorar al ver cómo un padre vuelve a su familiar o se reencuentra con un hotel cambiado”, explicaba en la presentación del programa Sarasola, ya entonces en apuros con su propio negocio.

El grupo Room Mate cerró ese año “en causa de disolución”. Arrastraba un patrimonio negativo neto de 26,5 millones de euros. El agujero se llenó con la conversión en préstamos participativos de todos los créditos concedidos a la empresa por su segundo mayor accionista, Rosp Corunna (31% del capital). No era la primera vez que el brazo inversor que Sandra Ortega heredó de su madre, Rosalía Mera, acudía al auxilio de Room Mate. Ni tampoco la última, en el tortuoso camino hacia el equilibrio contable, imposible ahora con la crisis del coronavirus. Siempre de la mano, hasta ahora.

Sandra Ortega quiere cambiar la cartera de participadas de Rosp Corunna y en sus planes no entra el turismo. La participación en Room Mate está ya en venta, según adelantó ayer el periódico Cinco Días y confirmó el portal especializado Hosteltur a través de fuentes de la cadena hotelera: “Estamos estudiando conjuntamente distintas alternativas que garanticen la viabilidad de la compañía”.

Con 28 establecimientos, la mitad en España, Room Mate perdió 7,4 millones de euros en 2019, antes ya de la pandemia, pese a elevar un 14% la facturación, hasta los 40 millones de euros. Tenía de objetivo alcanzar los 100 millones. Entre esas opciones posibles para esquivar la dura crisis que atraviesa está, según admite abiertamente la empresa, acudir al fondo de rescate de empresas viables controlado por la SEPI.

Rosp Corunna entró en la cadena fundada por Sarasola en 2007 dentro de la cuidada estrategia de la sociedad, encabezada en aquel momento por Rosalía Mera, de apostar por nichos muy concretos en sectores claramente diferenciados, como era el caso también de su presencia en Zeltia o el primer criadero en Galicia de oreja de mar. Del 9,5% inicial en Room Mate saltó al paquete actual de títulos con la compra en 2013 de la mayoría de capital que el FROB recibió tras la intervención de Caja Castilla-La Mancha.

El dato

31% Participación de Rosp Corunna en la cadena Rosalía Mera entró en Room Mate en 2007 con algo menos del 10%.