Este mismo año podrían iniciarse los trabajos previos de estudio, diseño e ingeniería para el primer megaparque eólico en el mar en España, impulsado por Iberdrola. La multinacional presidida por Ignacio Sánchez Galán anunció hoy el proyecto, que está entre las iniciativas presentadas a las convocatorias del Gobierno para financiación a cargo del Next Generation EU. "Representa una oportunidad para desarrollar la cadena de valor en el país y situar a la industria española como referente internacional", explica la compañía, con una dilatadísima trayectoria en el sector offshore en medio mundo y una parte importante de sus componentes encargados a la alianza de Navantia Fene con la asturiana Windar.

Tendrá 300 megavatios (MW) de potencia y la inversión superará los 1.000 millones de euros. Con todas las tareas de preparación, el proyecto, según Iberdrola, se generarían entre 1.000 y 2.000 empleos y serían más de 2.800 anuales desde la fase de construcción hasta el encendido, previsto para 2026, con la participación de 66 empresas y centros tecnológicos españoles. El parque es la punta del iceberg del ambicioso plan que el grupo líder en renovables en España tiene para la eólica offshore con tecnología flotante: 2.000 MW. "Podrían levantarse en la costa gallega, la andaluza o en las Islas Canarias", avanza.

Iberdrola concurre al reparto de los fondos europeos destinados a una recuperación sostenible tras la crisis del COVID-19 con 150 propuestas que van desde las nuevas formas de movilidad, al almacenamiento energético -como el importante proyecto de la central de bombeo de Galicia que está tramitando-, pasando por las redes inteligentes y la offshore.