La salida de Galicia del fabricante de aerogeneradores Siemens Gamesa ya no tiene marcha atrás. La plantilla de As Somozas (215 trabajadores directos) aprobó ayer por unanimidad su despido colectivo, con el que la instalación quedará sin actividad el 31 de marzo. La fábrica de Ferrolterra era la única en la que la que la multinacional producía palas eólicas en España. El sindicato mayoritario, UGT-FICA, insistió ayer en su “rechazo a este procedimiento de deslocalización” —la empresa deriva la producción a Portugal— pero lamentó que “con la legislación laboral actual no es posible paralizarlo”. Entre las condiciones pactadas en el ERE (expediente de regulación de empleo) de extinción, la multinacional española de energía renovable ofrece a los 215 despedidos de As Somozas y los 51 de Cuenca (donde cierra una planta de reparación) un total de 155 recolocaciones; 104 de ellas en Portugal, donde Gamesa compró el año pasado una gran planta de palas eólicas, en Aveiro, en la que está ampliando plantilla. Los trabajadores que opten por trasladarse a Portugal mantendrán el salario actual cuatro meses y después —a partir de agosto— pasarán a cobrar el sueldo portugués, más bajo que el español.

La propia compañía argumentó durante la negociación del ERE extintivo que producir palas de aerogenerador en Portugal le cuesta cuatro veces menos que en A Coruña. En parte porque la fábrica Ria Blades, que compró el pasado abril en Vagos (Aveiro), tiene mejores condiciones operativas y, en buena parte también, porque en el país vecino la mano de obra es más barata y se ahorra parte de los impuestos. La representación sindical de As Somozas (UGT y CCOO) considera que es un “proceso de deslocalización de libro”.

En un comunicado, UGT-FICA detalla las condiciones en las que los obreros de As Somozas podrán seguir realizando el trabajo que venían haciendo pero en fuera de Galicia. Los que estén interesados tienen siete días para apuntarse a partir de mañana. Una vez que se incorporen a la nueva fábrica tendrán cuatro meses de prueba para decidir si quieren seguir o si prefieren el despido. “Para los colectivos que acudan al centro de trabajo de Portugal, obtendrán el salario de origen durante cuatro meses y a partir de esa fecha se tendrá el salario de destino”, detalla el comunicado.

Además, los operarios recolocados recibirán indemnizaciones de entre 5.000 y 8.500 euros y gastos de mudanza y alojamiento para cuatro meses. Si optan por ir y volver en el día (UGT cifra en 300 kilómetros la distancia de As Somozas a Portugal), la empresa les pagará un coche de alquiler y gastos de peaje y combustible durante tres meses.

Por otra parte, la empresa ofrece un plan de recolocación externa con el objetivo de encontrar un nuevo trabajo al 75% de la plantilla en doce meses.

Opción de reindustrializar

Los sindicatos y la empresa se comprometen a “analizar las posibilidades de reindustrialización” de As Somozas mediante la contratación de “una empresa externa” con el objetivo de “buscar una solución industrial que ofrezca alternativas de empleabilidad a los trabajadores afectados por el despido colectivo”.

El ERE aprobado ayer por la asamblea de trabajadores de As Somozas prevé condiciones de despido generosas respecto a las que exige la ley, con indemnizaciones de 63 días de sueldo de media por año trabajado sin tope. Se asegura una indemnización mínima de 30.000 euros, aún para los trabajadores con menos antigüedad; y se tramitarán prejubilaciones a partir de los 55 años. La asamblea registró una participación de 170 operarios de un censo de 215. Todos ellos votaron a favor, sin ningún voto en contra, ni en blanco, ni nulo.

Fundada en 1997, la planta de As Somozas llega a su fin después de más de 23 años en funcionamiento. A finales de los años 90, Gamesa puso en marcha la instalación fabril tras adjudicarse 760 megavatios de la Xunta para construir parques eólicos. En 2017 la española Gamesa se fusiona con Siemens Wind Power para dar lugar a la actual multinacional Siemens Gamesa Renewable Energy. La planta de As Somozas se fue quedando atrás limitada a la producción de un solo modelo de palas (SG-114). En 2020 la compañía adquiere a su rival Senvion la planta lusa Ria Blades, donde produce palas más modernas con 627 operarios.