España está consiguiendo doblegar la tercera ola del coronavirus que, desgraciadamente, ha terminado con la vida de miles de ciudadanos, llegando a registrar más de 10.000 muertes tan solo en febrero. Unas cifras muy elevadas, pero que podrían haber sido aún peor sin el inconmensurable trabajo de los sanitarios españoles. 

Sin embargo, a muchos de ellos la pandemia les pilló completamente de improvisto y, en algunos casos, sin la formación necesaria para enfrentarse a una emergencia sanitaria de tales características. En este marco se desarrolla el Programa C19-Space, iniciativa de la que forma parte la startup Immersium Studio.  El programa se basa en el aprendizaje inmersivo de profesionales sanitarios a través de la Realidad Virtual y tiene como objetivo formarlos sobre “cómo se trabaja en una UCI sobre casos de pacientes con COVID, de manera que estos profesionales puedan ayudar en sucesivas oleadas del virus”, explica el cofundador y CEO de Immersium Studio, Luis Villajero.  

En colaboración con la Comisión Europea y la European Society for Intensive Care Medicine (ESICM), Immersium Studio, spin off de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha formado a más de 20.000 profesionales sanitarios de toda Europa. Todo ello con la Realidad Virtual como principal protagonista.

De esta forma, los hospitales adheridos a esta iniciativa reciben una cantidad de gafas de Realidad Virtual que deben repartir entre sus sanitarios. Después, han de descargarse una app para Android y otra para iOS, a través de la cual pueden comenzar su aprendizaje inmersivo.

“Cuando los profesionales sanitarios se ponen las gafas de Realidad Virtual, se les presenta con ejemplos prácticos la estructura y procedimientos de una UCI, los protocolos que se deben seguir y también se ven en el centro de distintos casos de COVID en los que se les plantean disyuntivas ante las que deben tomar decisiones”, explica Villarejo sobre el proyecto, que ya ha sido traducido a los 23 idiomas oficiales de la Unión Europea (UE).

Otra de las características innovadoras de este proyecto es que todas las decisiones que tomen los sanitarios durante la formación quedan registradas. Así, se pueden analizar a posteriori para identificar aquellas áreas en las que se necesita más refuerzo y “diseñar acciones al respecto para mejorar la preparación de los profesionales sanitarios europeos”, cuenta Villarejo.

Aplicable a muchos sectores

El alcance formativo de la Realidad Virtual no se queda solo en el sector sanitario. “Se puede aplicar prácticamente a cualquier ámbito, ya sea en sanidad, docencia o banca”, destaca Villarejo, pero, reconoce que donde aporta más valor es en las llamadas soft skills. Habilidades “blandas” como la empatía, la comunicación, las habilidades directivas, el liderazgo, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo se pueden trabajar y mejorar gracias a la Realidad Virtual. En cuanto a las hard skills, el cofundador de Immersium Studio recuerda que esta “metodología no es una varita mágica” y que para conseguir resultados ha de ir acompañada de una correcta implantación. 

No obstante, el beneficio de incluir la Realidad Virtual en la formación parece más que evidente. Este sistema es capaz de cuadruplicar la retención de los contenidos en la mente del usuario y duplicar la empatía en comparación con los métodos tradicionales de formación.

Pero, ¿Cómo funciona exactamente este método de aprendizaje? El usuario es el protagonista, el centro de la actividad formativa vivencial en la que interactúa con distintas situaciones y donde debe tomar decisiones que provocarán que la experiencia formativa se desarrolle de una manera u otra. Esta manera de formación permite cometer fallos “sin consecuencias en el mundo real hasta dominar esas situaciones y adquirir la confianza necesaria para afrontarlas en tu día a día”.

Para todos los bolsillos

Otra de las virtudes de esta metodología es su fácil acceso. Tan solo son necesarios un smartphone y unas gafas de Realidad Virtual para hacer uso de ella en cualquier momento. Unas gafas, que según cuenta Villarejo, se pueden conseguir desde cuatro euros en Amazon o cualquier otro distribuidor. La horquilla se amplía hasta los 1.000 euros para las gafas más caras, pero el CEO de Immersium Studio insiste en que no es necesario invertir tanto dinero para disfrutar de una “experiencia inmersiva muy interesante y con una calidad más que aceptable”.

A pesar de todo, Villarejo se lamenta de que la principal barrera que tiene que superar este tipo de aprendizaje es el gran desconocimiento que existe entorno a él. Por eso anima a instituciones y empresas a que investiguen sobre “las enormes ventajas” que tiene la formación inmersiva.