Los destinos de Isowat y de Made se separaron hace dos años, en marzo de 2019, cuando el grupo Imedexsa salvó a la filial castellana (Made) de la liquidación a la que se vería abocada pocos meses después la matriz coruñesa (Isowat, del grupo Invertaresa). El mismo inversor industrial trató de comprar también la planta gallega, puntera en diseño y fabricación de cuadros eléctricos, pero las negociaciones con los acreedores no cuajaron. Los antiguos trabajadores de Isowat (66 en el momento del cierre) ven con frustración cómo la filial menos innovadora prospera en Medina del Campo (Valladolid) con pedidos internacionales y un aumento de plantilla mientras el Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña prepara estos días la subasta para liquidar los últimos restos de la fábrica de A Grela. CCOO, sindicato mayoritario en la planta, atribuye la desaparición de la innovadora Isowat a la debilidad de la política industrial gallega.

“No entendemos cómo a la Xunta se le llena la boca hablando de nuevas tecnologías y sin embargo ha dejado perder la experiencia acumulada de una empresa que era puntera”, lamenta Cándido López. El que fuera el presidente del comité de empresa de Isowat vincula a la “desidia” política el cierre de esta planta emblema de la industria 4.0. “Con todo lo que se ha perdido, lo que más nos duele es sentirnos abandonados cuando estamos leyendo en la prensa que el Gobierno va a poner 120 millones para rescatar Duro Felguera o todo el dinero que se metido en Abengoa.... y lo nuestro no eran ni 900.000 euros” , explica el representante de la plantilla despedida, que recuerda que Imedexsa tan solo pedía a la Administración que avalara la deuda contraída con la Seguridad Social. “No hubo voluntad política”, concluye López.

El factor institucional

El holding coruñés Invertaresa entró en concurso de acreedores en mayo de 2018 arrastrando a Isowat Made, con un agujero financiero de unos cien millones de euros. En enero de 2019 la ministra de Industria, Reyes Maroto, anunció la venta de la filial castellana (Made) por 2,2 millones de euros a Industrias Mecánicas de Extremadura (Imedexsa), que subrogó a sus 73 empleados con planes para invertir 12 millones de euros y elevar la plantilla por encima de los 120 efectivos. A día de hoy esta firma especializada en fabricar torres de alta tensión ha alcanzado los 135 empleados, ha renovado sus instalaciones en Medina y recibe pedidos de países como Alemania. Imedexsa ha aumentado la inversión para reindustrializar la fábrica hasta los 14 millones de euros, de los que la Junta de Castilla y León aportará entre el 80% y 90% mediante préstamos reembolsables de la Lanzadera Financiera regional.

“La fábrica de Medina se benefició de una apuesta más firme de la Junta de Castilla y León y vemos cómo está batiendo récords de facturación y aumentando plantilla exponencialmente mientras que aquí en Galicia la planta está totalmente cerrada y sin darle ninguna salida a los trabajadores”, compara Ledo.

Cándido López se desplazó a Madrid hasta en tres ocasiones para reunirse con el dueño de Imedexsa, que también quiso comprar la fábrica de A Coruña. “Estaba interesado pero aquí hubo un problema porque en varios meses nadie en la Xunta le dio la respuesta que él quería, mientras que en Castilla y León el viceconsejero se puso el mono de trabajo, estuvo al pie del cañón para mantener aquella fábrica abierta como fuera y movió todo lo que le hizo falta al comprador”, afirma el representante de la plantilla coruñesa.

Tras el desacuerdo del potencial inversor y Abanca (acreedor principal de Isowat) los trabajadores de la planta de A Grela firmaron el despido colectivo en noviembre de 2019, lo que puso fin a la historia de esta empresa pionera del sector energético, paradójicamente en un momento de pleno auge de las renovables.

Un problema de gestión

Víctor Ledo expresa su “frustración” por ver desaparecer “una empresa clave vinculada al valor añadido y al sector energético” debido a la “nefasta gestión” que la lleva al proceso concursal. Una vez en concurso de acreedores, “había un inversor industrial con aspiraciones de generar actividad industrial y por consiguiente empleo y Galicia no lo facilitó”, concluye.

Isowat, primer fabricante de equipos eléctricos de Galicia centrado en la producción de cuadros y subestaciones de electricidad, y Made, dedicada a la fabricación de torres y herrajes para líneas eléctricas, pertenecían al grupo Isolux hasta 2007. Fue entonces cuando Invertaresa adquirió las dos firmas por 44 millones de euros. El presidente del desaparecido holding de la construcción y la energía, Roberto Díaz-Rincón, marcaba entonces el objetivo de “impulsar una industria eléctrica de capital gallego”. “Íbamos fantásticamente bien hasta que nos compró una empresa de construcción que fue la que llevó a todo el grupo a la quiebra”, lamenta López. Solo la planta castellana logró salir a flote. La gallega, en cambio, se hundió sin salvavidas.

La maquinaria almacenada en la planta de A Grela saldrá a subasta este mes para enjugar la deuda

La liquidación de activos de Isowat da sus últimos coletazos en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña, que tramita el procedimiento para que la maquinaria almacenada en la fábrica salga a subasta este mes. Fracasado el intento de venta de la unidad productiva, la finalidad de estas pujas por lotes es obtener algo de efectivo para enjugar la deuda que Isowat mantiene con sus acreedores. El principal, Abanca, se ha quedado con la propiedad inmobiliaria, una nave industrial ubicada en una parcela de A Grela orientada hacia la Avenida de Fisterra sobre la que el banco había concedido una hipoteca.

Parte de los trabajadores despedidos están también en la lista de acreedores. El Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) no ha alcanzado a cubrir el dinero que se adeudaba a los empleados con salarios más altos o más antigüedad, que esperan los ingresos del administrador concursal según el desguace de Isowat va dejando algo de dinero.

El perjuicio para la plantilla es patrimonial, pero también moral. “Te parte el alma ver que en la fábrica hay unos cuadros [eléctricos] que lleva más de dos años tirados y eran pioneros en instalaciones eléctricas de eólica marina”, afirma Cándido López, representante de la plantilla despedida, que recuerda en Isowat fue “el primero en fabricarlos para Madeira, porque tenía la tecnología punta, la capacidad y la estructura”.