El conflicto laboral en la fábrica de aluminio de A Coruña continúa su escalada. Esta vez es el personal de limpieza, que Logiplus subrogó a Jofrasa en diciembre, el que amenaza con ausentarse de su puesto de trabajo este fin de semana si la empresa no le paga lo que le debe antes del sábado. Logiplus Worlwide entró a prestar el servicio de limpieza en las antiguas plantas de Alcoa de A Coruña y Avilés en diciembre después de que Jofrasa tuviera que aplicar un ERE (expediente de regulación de empleo) por los impagos de Alu Ibérica. La nueva subcontrata está ligada a Diego Peris Sirvent, uno de los cuatro detenidos e investigados por la supuesta estafa en la venta de las plantas y su despatrimonialización fraudulenta.

Peris es administrador de varias filiales de Riesgo, el grupo al que el fondo suizo Parter revendió las fábricas de Alcoa hace un año, y que está presidido por Víctor Rubén Domenech, también detenido, junto a Alexandra Camacho —directora ejecutiva de Alu Ibérica— y Luis Losada —administrador único de System Capital Management, la compañía con la cual Riesgo entró en el accionariado de Alu Ibérica—. “Todo gira y gira para llegar al mismo punto”, resume el presidente del comité de empresa de la fábrica, Juan Carlos López Corbacho, quien urge a la Justicia medidas cautelares que garanticen el pago de salarios, la seguridad de la instalación y su futuro industrial. Con escasa actividad en la fábrica, problemas de pagos y dificultades en el mantenimiento, el comité alerta de que la factoría se dirige hacia un “punto de no retorno”. “Corre mucha prisa que se tomen medidas porque estamos viendo los destrozos en la fábrica cada día que pasa y entraremos en colapso en breve”, asegura Corbacho. El representante de la plantilla de A Grela reclama también una respuesta de las Administraciones, para abordar su problemática en una Mesa Industrial para la que el Ministerio no tiene fecha.

Entretanto, el personal de Alu Ibérica mantiene una huelga indefinida intermitente en A Coruña y denuncia deficiencias en la desinfección de las instalaciones, problemas para acceder a ropa de trabajo limpia y falta de material adecuado para realizar su labor. De fondo, continúa la reivindicación de que la empresa anule los cinco despidos disciplinarios (cuatro de ellos a miembros del comité, incluido su presidente) y de que Gobierno y Xunta tomen en control temporal de la factoría para buscar otro comprador que garantice un futuro industrial que la plantilla ve inviable con Grupo Riesgo. La cuerda puede tensarse un poco más si el sábado no hay limpieza. “Va a ser un fin de semana largo”, augura Corbacho.