Tener liquidez es una rareza entre las principales empresas del país. De las 35 compañías españolas que tienen más valor en Bolsa (Ibex-35) tan solo dos están libres de deuda financiera neta: la multinacional textil coruñesa Inditex y la farmacéutica de origen gallego PharmaMar (antigua Zeltia). Inditex, líder del parqué, es con diferencia el valor que goza de una mejor posición financiera. Y eso a pesar del impacto de la crisis del coronavirus, que golpeó con fuerza el mercado de la moda y la llevó a mermar su posición neta de caja un 6%. El grupo cerró el último ejercico anual a 31 de enero con una liquidez de 7.560 millones de euros, 500 millones menos que los 8.060 que tenía un año antes. La distancia con PharmaMar es abismal. La biotecnológica tiene 163 millones de euros en caja. Y es toda una mejora en sus datos teniendo en cuenta que el año anterior no llegaba a los 61 millones. Su posición neta de caja mejoró un 169%, en este caso alentada por los vientos a favor de la carrera de las vacunas antiCOVID. Las otras 33 firmas del Ibex tienen posiciones financieras negativas. Están endeudadas.

De hecho, en todo el mercado continuo, en el que cotizan unas 200 empresas, solo nueve han superado el año de la irrupción de la pandemia de coronavirus con dinero en caja. Son, además de las dos gallegas, Corporación Financiera Alba (Grupo March), Técnicas Reunidas, Mediaset, Iberpapel, Zardoya Otis, Miquel y Costas y Naturhouse. Del lado contrario, entre las grandes firmas no financierasdel Ibex destaca el fuerte endeudamiento de Iberdrola y Telefónica, ambas con algo más de 35.000 millones de euros de deuda financiera neta al cierre de 2020.

Talante ahorrador

El mito del ahorrador gallego se cumple en el Ibex, especialmente encarnado en el gigante textil de Amancio Ortega. A Inditex no le gusta pedir dinero, ni le hace falta. Esta posición saneada deja las manos libres al grupo para realizar inversiones sin depender de terceros y le permite afrontar imprevistos con autosuficiencia. El presidente, Pablo Isla, destacó esta libertad en su última comparecencia ante los medios de comunicación, en marzo, en la que desgranó los resultados anuales. En un mercado, el de la moda, cuajado de operaciones de compra y concentraciones en busca de la supervivencia, la multinacional coruñesa se mueve con más holgura que sus competidores y tiene aún mucho márgen de maniobra. “Veo mucho potencial de crecimiento orgánico y mucha fortaleza del modelo integrado”, manifestó Isla para descartar la posibilidad de que Inditex participe en movimientos de concentración. La compañía celebra que su desempeño operativo y financiero “se ha materializado en una liquidez robusta y un fuerte flujo de caja”. El que guarda siempre tiene.

De hecho, el pasado año Inditex tocó máximos de liquidez. Cerró los nueve primeros meses con la mejor posición financiera de su historia: una caja neta de 8.265 millones de euros. Según los analistas, esa solvencia deja a la compañía en posición de sobrevivir diez meses sin vender ni una sola prenda

La clave está en la contención del gasto. En 2020 Inditex ajustó aún más su stock y gran parte de su red de tiendas físicas pasó meses cerrada o sometida a restricciones. Además, eliminó 751 establecimientos en todo el mundo. Este año serán otros 400 hasta rondar los 1.200 (400 en España). Aunque en un primer momento lo barajó, Inditex no recurrió al ERE y mantuvo en nómina a sus 36.600 trabajadores españoles fijos. Pero el gasto en sueldos bajó porque no hizo contrataciones eventuales. El incremento de la venta online (+77%) salvó el año y le permitió moderar la caída de lafacturación al 28%. El balance fue positivo: ganó 1.106 millones (un 70% menos que en 2019).

A Zara, con cita previa y el tiempo contado en el corazón de Europa

La pandemia de coronavirus y las restricciones para frenar los contagios siguen impactando de lleno en el negocio de Inditex. El presidente del grupo, Pablo Isla, afirmó en marzo que trabaja con la previsión de tener “prácticamente” toda la red de establecimientos operativa desde el 12 de abril. La multinacional textil coruñesa estimó la fecha en función de los planes de desescalada comunicados por los respectivos gobiernos (sobre todo europeos, principal mercado de Inditex). Sin embargo, una posible cuarta ola del virus podría dar al traste con esa estimación. Algunos países del centro de Europa están empezando a endurecer sus medidas. Es el caso de Bélgica, por ejemplo. En Bruselas, la cuna de la Unión Europea, los escaparates de Zara muestran carteles en los que se informa a los clientes de que si quieren visitar la tienda es necesario que gestionen una cita previa a través de Zara.com. Para garantizar que se respeta el aforo, los clientes pueden permanecer un tiempo máximo de 30 minutos en la tienda. Lo mismo sucede en todo el comercio considerado no esencial.