El plan industrial que Parter Capital presentó hace casi dos años a los trabajadores de la fábrica de aluminio de A Grela para convertir la fábrica que Alcoa quería cerrar en “el polo industrial de aluminio secundario verde más importante del sur de Europa” ha quedado en papel mojado. El fondo suizo revendió la primavera pasada las fábricas de A Coruña y Avilés (englobadas en la compañía Alu Ibérica) a Grupo Riesgo, mucho antes de acercarse a cumplir los objetivos marcados en el acuerdo de venta que avaló el Ministerio de Industria. Según fuentes sindicales, la producción de Alu Ibérica en 2020 ni siquiera llegó a las 40.000 toneladas de aluminio reciclado, prácticamente la mitad de las 75.331 toneladas que fijaba el plan. Para 2021 el objetivo era superar las 135.000 pero la evolución es mucho peor, con constantes paradas en las dos fábricas tras el registro policial de marzo y la detención de la cúpula de Riesgo, investigada junto a Parter y Alcoa por presunta estafa en la venta y despatrimonialización fraudulenta.

Las constantes incidencias productivas, el desabastecimiento de materias primas y el deficiente mantenimiento de las instalaciones hacen mella en la capacidad productiva de la fábrica de aluminio, hasta julio de 2019 propiedad de la multinacional Alcoa y desde entonces en manos, sucesivamente, del fondo suizo Parter Capital y de Grupo Industrial Riesgo, actual propietario. Alcoa apagó las cubas de electrólisis tanto de A Coruña como de Avilés antes de la venta y los compradores no las han vuelto a activar, por lo que hace ya más de dos años que no se fabrica aluminio primario. Desde entonces, la producción se limita al aluminio reciclado a partir de chatarra.

La actividad actual es mínima e inestable. “La situación es de producción pírrica, porque un día puede entrar un camión con 20 toneladas pero la capacidad de los hornos es de 40 y enseguida se agota el material y volvemos a estar con la fábrica parada”, explica el presidente del comité de empresa de Alu Ibérica A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, quien alerta de que esta forma de gestión conduce a “incrementar los costes de producción” al consumir más combustible para calentar los hornos de forma intermitente.

A solo tres meses para que expire el blindaje laboral de los acuerdos de venta que protege a los 300 trabajadores, Corbacho califica la situación de la fábrica de “lamentable y muy preocupante” e insta a Gobierno y Xunta a convocar la mesa industrial. El día a día de la plantilla aluminera coruñesa es similar al de sus compañeros de Avilés, pero en la planta de A Grela la producción es incluso más escasa que en la asturiana, por contar con menos hornos. La deriva actual hace prácticamente imposible cumplir con las previsiones del fondo inversor suizo, que había cifrado las toneladas de aluminio a producir entre las fábricas A Coruña y Avilés en 135.596, el 40% aproximadamente en la planta gallega.

De cumplirse las estimaciones productivas que Parter plasmó en el plan de negocio para el periodo 2019-2022, las fábricas de Alu Ibérica incurrirían este año en unas pérdidas de 6,09 millones de euros: el resultado de generar ingresos de explotación por importe de 174,24 millones y afrontar gastos por valor de 180,34 millones. Los ingresos de explotación estaban calculados en base a un precio teórico de venta de la tonelada de aluminio de 1.285 dólares y con la premisa de que se lograrían colocar en el mercado al menos 132.000 de las 135.000 toneladas de aluminio a producir. Pero la producción real apunta a pérdidas económicas mucho mayores.

El comité se desplaza hoy a Santiago y mañana a Madrid

El comité de empresa de Alu Ibérica A Coruña se reúne esta tarde en Santiago con los portavoces de PSdeG, BNG y PP de la Comisión de Industria del Parlamento de Galicia, a quienes trasladará su “gran preocupación” por la situación de la fábrica para “requerirles la necesidad de impulsar las medidas de protección y soluciones necesarias para su viabilidad y el mantenimiento de los empleos”. La movilización de la plantilla aluminera se traslada mañana a Madrid. Representantes de los trabajadores de las fábricas de A Coruña y Avilés se concentrarán a las doce del mediodía ante la sede del Ministerio de Industria arropados por las federaciones de industria de los principales sindicatos. Lo harán para exigir la convocatoria de la mesa industrial, un encuentro en el que “todas las administraciones y la parte social debatan y alcancen los acuerdos necesarios para la viabilidad de las dos plantas más allá de los procesos judiciales que hay en marcha”, expone el comité, en referencia al juicio del próximo 20 de mayo en el que la Audiencia Nacional dictaminará el posible fraude en la venta de la antigua Alcoa.

La empresa anuncia que retoma las obras

Alu Ibérica anunció ayer en un comunicado que reanudará en los próximos días las obras de transición al gas natural en su planta de A Coruña después de haber detenido los trabajos “como consecuencia de la huelga en la factoría”. Esta versión contrasta con la de los trabajadores, que achacan la paralización a los impagos de la compañía a sus proveedores. El Grupo Riesgo explicó ayer que “la vuelta a la actividad ha permitido retomar la construcción” que, a su juicio, supone “un hito clave” para abandonar definitivamente el fueloil como combustible en los hornos y adaptar la planta a la normativa europea en materia de emisiones y eficiencia energética. La reanudación fue acordada en una reunión entre la dirección ejecutiva de Alu Ibérica y el equipo de Montajes Astur Manzana, empresa encargada de las obras y que ya había hecho este trabajo en la planta de Avilés hace más de una década. En las próximas semanas se colocarán las tuberías y las válvulas de entrada en fundición, para que comience la instalación en la línea de hornos 1A. La adaptación de estos equipos durará unos 90 días, manteniendo la producción en la línea de hornos 1B. Una vez concluidos los trabajos en la línea 1A, se efectuará la misma adaptación de los hornos 1B. Alu Ibérica recibió en diciembre una subvención del Inega (Instituto Enerxético de Galicia) de 1,9 millones para ejecutar esta obra.