La pandemia ha sido un aguijón poco piadoso con la comercialización de vehículos, a nivel global, pero también que el mercado en Galicia está muy marcado ya por el envejecimiento poblacional y el éxodo rural. Las matriculaciones de coches se hundieron poco más de un 20% en la comunidad en los doce meses COVID

Hay 171 concellos en los que los concesionarios encadenaron meses en blanco, pese a la desescalada y a las —fracasadas— ayudas del Plan PIVE. Son más de la mitad de los ayuntamientos de Galicia. Este panorama se ha agravado drásticamente en apenas un año, cuando eran 133 las localidades que exhibían registros similares.

Si se hiciera un mapa de calor con estos datos —de la Dirección General de Tráfico, facilitados por el Instituto Galego de Estatística—, la comunidad aparecería segregada en dos partes. También aquí, la fachada atlántica es la que sale más indemne en este colapso del mercado de venta de coches; los municipios del interior son, por lo general, un erial en nuevas matriculaciones. El grueso están en la provincia de Ourense. Con 92 municipios, casi el 86% de ellos registró meses en blanco en la comercialización de turismos.

En el de Larouco, por ejemplo, constan solo dos coches matriculados en todo el año de la pandemia (marzo 2020 a marzo de 2021). En Quintela de Leirado, en la comarca de Celanova, pudieron celebrar en octubre la llegada de un nuevo vehículo al concello, después de ocho meses sin una sola matriculación.

La provincia de Lugo, con 45 municipios, es la segunda donde más se ha repetido este escenario en los últimos meses. El primer turismo nuevo llegó a Santiso en julio; en Negreira de Muñiz el año empezó más animado, pero se desinfló después del confinamiento: cuatro vehículos vendidos en total.

En A Coruña se reprodujo esta situación en otras 25 localidades, incluidas las costeras de Laxe, Corcubión o Dumbría.

Pontevedra, con veinte concellos, fue la demarcación provincial menos afectada por esta concatenación de largos periodos sin dar de alta ningún utilitario.

Según los datos de la Agencia Tributaria, en el primer trimestre de este año las matriculaciones se redujeron en más de un 16%, contando con las unidades importadas. Pero no se resintieron los ingresos del Fisco. Bien al contrario: la recaudación pasó de 3,22 a 5,4 millones de euros, debido a un mayor valor de los coches matriculados y al incremento del propio impuesto (por la entrada en vigor de la nueva normativa WLTP, que el Gobierno central rechazó posponer). La cuota media a ingresar en 2020 fue de 387 euros por esta tasa, frente a los 773 euros de los tres primeros meses de este ejercicio.

Las plantas españolas fabricaron 226.958 vehículos durante el pasado mes de marzo, lo que supone una subida del 56,8% en comparación con las cifras del año pasado, mientras que arroja una disminución del 13,3% respecto al mismo mes de 2019, según datos publicados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).