Galicia lidera la subida del paro en el primer trimestre del año. En plena tercera ola de contagios de COVID-19, entre enero y marzo se destruyeron 21.100 empleos —dejando la ocupación en 1.059.800 afiliados, un 1,96% menos— y 15.700 trabajadores pasaron a estar en paro, lo que eleva un 11% la cifra de desempleo hasta las 158.300 personas, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer. La hostilidad del mercado laboral se ceba con los más jóvenes. Entre los gallegos menores de 25 años, la tasa de paro repuntó hasta el 37,08% (a finales de 2020 estaba en el 33,66%), por lo que triplica la de la población activa gallega general, situada en el 13%, su nivel más alto desde 2018. Aún así, está tres puntos por debajo de la media española (15,98%).

Si ampliamos a muestra de los 16 a los 29 años, la tasa de paro juvenil en Galicia está en el 27,3%. De los 320.500 gallegos con esta edad, 97.200 están ocupados (el 30,3%), 36.500 están parados (el 11,4%) y los 186.700 restantes son inactivos (el 58,3%). La tasa de ocupación de este colectivo se sitúa en el 30,3%, dos puntos menos respecto al anterior trimestre y de más de seis puntos frente a un año antes. Además, ha disminuido tanto la población juvenil que trabaja a jornada completa (en 18.300 personas) como a jornada parcial (en 2.000 personas).

El paro juvenil sube en Galicia mientras se modera en España. La evolución del paro juvenil en el primer trimestre ha seguido tendencias opuestas en Galicia y en el conjunto del Estado. Mientras en la comunidad la tasa de desempleo de los menores de 25 años ha avanzado más de tres puntos, del 3,66% al 37,08%, en España ha disminuido ligeramente aunque sigue por encima: pasó del 40,13% al 39,53%.

Las comunidades con mayor tasa de paro entre los más jóvenes son Canarias (61,37%), Extremadura (55,98%) y Andalucía (51,09%). En el lado contrario están Cantabria (28,62%), La Rioja (30,03%) y Navarra (31,32%).

La mayor sangría de empleos, en la industria. Se registra una pérdida de empleo en todos los sectores. El mayor impacto porcentual se produce en la construcción (-7%), con 5.300 trabajadores menos, pero la industria sufre el descenso más acusado en datos totales, con 5.800 trabajadores menos (-3,3%). La agricultura y la pesca pierden 4.400 empleos (-6,2%) mientras que el sector servicios cuenta con 5.600 trabajadores menos (-0,7%). Este sector, principalmente hostelería y comercio, es el más sostenido por los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) financiados por el Gobierno para amortiguar el impacto del coronavirus y las restricciones. Las personas en ERTE cuentan como trabajadores ocupados.

En comparación interanual, se observa un desplome de 22.400 trabajadores en la industria (-11,7%). El resto de sectores también van a la baja, salvo el sector servicios, con 7.000 empleos más (+0,9%).

Baja la contratación indefinida y hay 21.700 personas activas menos que hace un año. En Galicia, había 851.800 personas asalariadas en el primer trimestre (-1,3%), 653.000 con contrato indefinido y las 198.800 restantes con temporal. La contratación indefinida disminuyó en 7.300 personas (-1,1%) en comparación con los tres meses anteriores. Respecto a un año antes son 300 menos. En cuanto a temporales, hay un hundimiento de 12.600 empleados (-6%) en comparación con el último trimestre de 2020. Supone un desplome de 20.000 personas (-9,1%) frente a un año antes. La tasa de temporalidad se sitúa así en el 23,3%. Por otra parte, el número de activos se reduce en 5.400 personas en comparación con el cierre de 2020 (-0,4%). Son 21.700 menos (-1%) que hace un año.

Los sindicatos alertan del empeoramiento en todos los indicadores. Los principales sindicatos con representación en Galicia alertaron ayer de la “grave” situación del empleo, con un empeoramiento en todos los indicadores. El secretario confederal de Emprego de la CIG, Fran Cartelle apunta que “uno de los indicadores más preocupantes” es que una parte importante de la población abandonó el mercado laboral, puesto que se redujo la población activa. UGT llama a que “ahora toca derogar las reformas laborales” con el fin de crear empleo decente y con derechos. La secretaria de Emprego de CCOO, Maica Bouza, alerta de que “no se vislumbra la recuperación” ante la crisis derivada de la pandemia.

Las empresas, tras la campaña de navidad, finiquitaron un importante número de contratos temporales y dejaron un saldo negativo de 168.600 eventuales menos en activo.

El aumento de la contratación indefinida, con un saldo positivo de 31.300 empleados este primer trimestre, no compensó esa destrucción de empleo entre los más vulnerables del mercado laboral. Y si la destrucción de empleo no fue mayor fue gracias, entre otros, al mecanismo de los ertes. Pues el número de horas efectivas trabajadas disminuyó el 1,6% respecto al trimestre anterior; el doble que la caída de la ocupación (-0,7%).