Las manifestaciones del Primero de Mayo volvieron ayer a las calles de A Coruña, después de un año en blanco por la irrupción de la pandemia. Las marchas convocadas por los principales sindicatos para reivindicar el Día del Trabajador fueron menos multitudinarias que otros años pero igual de firmes en su propósito, esta vez, centrado en evitar que la crisis del COVID empeore las condiciones de la clase trabajadora. Por unha saída xusta e galega da crise fue el lema elegido por la CIG. Su secretario comarcal, Xabier Filgueira, encabezó la marcha que salió a las doce del mediodía de la plaza de Vigo —como es tradición— en dirección a María Pita. A la misma hora, CCOO y UGT se congregaban en A Palloza para reclamar que agora toca cumplir. Con Cristóbal González y Ángel Iglesias al frente, líderes en A Coruña de ambos sindicatos, la manifestación se dirigió a la Delegación del Gobierno organizada en cuatro hileras para mantener la distancia de seguridad. Este año, los líderes de los sindicatos gallegos eligieron Vigo para sus actos centrales.

Manifestación de UGT y CCOO, por Primo de Rivera. | // VÍCTOR ECHAVE

El secretario comarcal de UGT, Ángel Iglesias, insistió en la necesidad de que “la salida de esta crisis no la pague la clase trabajadora”. “Necesitamos que no se sigan aplicando las políticas neoliberales que ahora mismo están perjudicando y que además en esta comarca están generando una serie de conflictos muy importantes”, remarcó, y recordó la delicada situación de trabajadores de la comarca como los de Alu Ibérica —que acudieron con sus habituales camisetas naranjas—, Naturgy, Repsol o H&M.

Trabajadoras de comercio de alimentación y limpieza. | // VÍCTOR ECHAVE

En la misma línea, el líder de CCOO en A Coruña, Cristóbal González, exigió “recuperar las condiciones perdidas” para los trabajadores que en el confinamiento se entendieron como esenciales, porque “habitualmente ese tipo de trabajos están ligados a los sectores más precarizados”, afirmó.

Participantes antes de arrancar la marcha, en A Palloza. | // VÍCTOR ECHAVE

Las limpiadoras, esenciales

Uno de los colectivos más presentes en la protesta de ayer fue el de las limpiadoras, en plena lucha para mejorar su convenio en la provincia. Pancartas de limpeza en folga y convenio limpeza xa reclamaban la dignificación de las condiciones laborales de un grupo que está siendo esencial durante la pandemia. También el personal de ayuda a domicilio —“esenciais pero invisibles”, lamentan— alzó la voz para pedir un convenio. Empleadas de comercio, tanto textil como de alimentación, salieron también a denunciar su recorte de derechos.

Del lado de la industria, lideraron los trabajadores de la refinería de Repsol y de la antigua Alcoa, para quienes la CIG reclama una “tarifa industrial xa”. “Queremos traballar e non emigrar” fue una de las consignas más repetidas, junto con la llamada a “derogar la reforma laboral”. Los manifestantes también expresaron su rechazo a los despidos por los ERE de Santander, Caixabank, BBVA, H&M y Adolfo Domínguez. “Non faltan cartos, sobran ladróns”, coreaban los participantes en la protesta de la CIG. Entre los más jóvenes en la manifestación de UGT y CCOO, un grupo de Xuventude Comunista clamaba: “Traballo precario, para o empresario”.

Subir el SMI y derogar la reforma laboral

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Manifestación del 1 de mayo en A Coruña Víctor Echave

Las principales centrales sindicales reclamaron ayer un sistema laboral más justo y una salida a la actual crisis con medidas distintas a las adoptadas en la crisis de 2008. CCOO y UGT reivindicaron que “ahora toca cumplir con la clase trabajadora”, para lo que instaron al Gobierno a subir el salario mínimo interprofesional (SMI) y a derogar la reforma laboral para acabar con la precariedad. El secretario general de la CIG, Paulo Carril, hizo un llamamiento —en el acto central, en Vigo— a intensificar la lucha obrera y la movilización social para forzar la salida justa de la crisis. Mientras la protesta en A Coruña fue totalmente pacífica, en Vigo se registraron enfrentamientos entre sindicatos y trabajadores del sector del metal. Desde Madrid, la ministra de Trabajo, la ferrolana Yolanda Díaz, defendió que “este Primero de Mayo no es un día más”, sino que sus valores de trabajo decente, solidaridad, igualdad y justicia social constituyen “la respuesta más efectiva y rotunda a la crisis económica y social que atravesamos”.