El Gobierno, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), votó en ayer contra de la nueva política de remuneraciones de la cúpula CaixaBank, que incluye el sueldo del nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri. La propuesta, pese a todo, salió adelante gracias al voto de una mayoría de los accionistas, con lo que el banquero vasco cobrará ahora un fijo de 1,65 millones de euros más un variable de hasta 200.000 euros, frente a los 500.000 euros que percibió el año pasado en Bankia por límite legal y tras renunciar al variable. El Ejecutivo presiona al banco y al BBVA a través de sendas cartas para que debatan con los sindicatos una rebaja de los ERE que han planteado. En una entrevista con este periódico esta semana, la vicepresidenta segunda, la coruñesa Nadia Calviño, avanzó ya que el Gobierno tomaría “las decisiones más adecuadas por el interés general” ante la polémica por los ERE y la retribución de las cúpulas en el sector.

Antes de la votación, Goirigolzarri defendió que la política de remuneraciones está “absolutamente reglada”, propuesta por la comisión de retribuciones, que tiene mayoría de consejeros independientes y ninguno ejecutivo y realiza su trabajo en función de “política objetivas y con el asesoramiento de empresas externas especialistas”. Además, recordó, es aprobada por el consejo y por la junta de accionistas. “En cuanto a mi propia remuneración, me gustaría recordar que la propuesta que se plantea hoy a esta junta se plantea en el marco de las modificaciones en el consejo de la operación de fusión, aprobada en diciembre con más del 99% del voto de los accionistas”, apuntó Goirigolzarri, que también justifico el ERE (8.291 salidas inicialmente, aunque propuso hace unos días recolocar internamente a 500) como una medida necesaria para mantener el resto de los puestos de trabajo: “Una fusión como la que estamos llevando a cabo requiere un redimensionamiento de nuestras plantillas en el corto plazo para preservar el máximo número de puestos de trabajo de forma sostenible en el futuro”.

Reconversión bancaria

Goirigolzarri argumentó que los despidos son necesarios porque la banca es un sector “en reconversión” que se enfrenta a “enormes retos estratégicos”, como los tipos de interés bajos, la digitalización y la entrada de nuevos competidores.

Por su parte, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar aseguró que el banco y los trabajadores deberán hacer “concesiones mutuas” para llegar a un “acuerdo razonable”. “El proceso de reducción de personal no habla del comportamiento de la plantilla ahora, que es magnífico, sino de que queremos proyectar hacia el futuro una entidad que siga siendo competitiva y rentable”, aseveró.