Tres de los seis inversores que estos días negocian con Alcoa para adueñarse de su última fábrica de aluminio en España (la de San Cibrao, en Lugo) son viejos conocidos para la plantilla coruñesa. El grupo industrial británico Liberty House, el fondo Aludium (Atlas Holding) y la compañía siderúrgica española Sidenor sonaron ya como posibles compradores para A Coruña y Avilés. Los tres participaron (en distinto grado) en el casting que la multinacional americana dirigió en 2019 para deshacerse de las dos plantas y los tres fracasaron. Igual que fracasó en aquel momento Riesgo (dueño actual), descartado por Alcoa en beneficio de Parter, el fondo suizo que pocos meses después le revendería las plantas (renombradas como Alu Ibérica) dentro de un proceso que la Audiencia Nacional investiga por la vía penal ante las sospechas de estafa.

En última instancia, la plantilla de Agrela espera que la Justicia dé por nula la venta de Alcoa a Parter y la reventa de Parter y Riesgo de manera que las fábricas vuelvan a manos de Alcoa para que la multinacional se haga cargo y dé una solución que, esta vez sí, ofrezca garantías de futuro industrial. O bien que sea el SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) quien canalice la búsqueda de ese nuevo inversor. De ser así, la planta de A Coruña —que lleva más de dos años con las cubas de electrólisis apagadas— volvería a la casilla de salida y estaría en la posición que está ahora San Cibrao. Los caminos de las factorías de Agrela y A Mariña podría volver a cruzarse y de ser así, cabe la posibilidad de que el comprador de la planta de Lugo mirase también hacia las otras dos instalaciones que hasta hace dos años formaban parte del mismo grupo. El comité de empresa de A Coruña ve con buenos ojos la posibilidad de reunificar la gestión de las plantas bajo una misma compañía. Siempre con el plan industrial como prioridad.

Mientras la plantilla coruñesa espera novedades judiciales (la sentencia del juicio por la causa laboral o avances en la instrucción de la causa penal) y políticas (la convocatoria de la mesa industrial o la soñada intervención), la luguesa comienza su ronda de contactos con quienes esperan que sean sus nuevos patrones en poco tiempo. El jueves, el comité se reunió con Sidenor, que aseguró estar “dispuesta a hacer grandes inversiones y a apostar por la planta a largo plazo”. Este grupo siderúrgico nacional busca la diversificación de su negocio, apostando por el aluminio. Ya coqueteó con la idea en 2019 pero cuando llegó la hora de firmar el contrato de confidencialidad para profundizar en las negociaciones, Sidenor desistió. Esta vez sí ha dado el paso.

Los trabajadores tenían previsto reunirse con Liberty la semana pasada, pero el encuentro se aplazó. Tanto Liberty House (Alvance, GFG Alliance) como Aludium (Atlas Holding) aceptaron el acuerdo de confidencialidad para intentar la compra A Coruña y Avilés. No llegaron a nada porque en, en la búsqueda “un comprador fiable y solvente”, Alcoa entendió que la mejor opción era Parter Capital.

Liberty, Aludium y Sidenor compiten ahora con tres candidatos nuevos: Trafigura, Metalcorp y Aldel. Esta vez Alcoa exige que la SEPI actúe como intermediaria en la operación de compraventa, previniendo así problemas legales como los que la llevan ante la Audiencia Nacional ahora por la venta de A Coruña.