Bonilla, Rivera, Tojeiro... son estirpes coruñesas de éxito en el legado de sus negocios. Pero la vida de la empresa familiar solo llega a nietos en el 30% de los casos. Recoger y pasar el testigo no siempre es fácil y menos cuando el mercado cambia cada vez más rápido y obliga a la transformación constante para sobrevivir. El tsunami del COVID, con su impulso forzado hacia el mundo digital y la sostenibilidad, ha alentado a la Escuela de Finanzas (EF Business School) a echar un cabo a las empresas familiares para su profesionalización con un programa centrado en adaptar a estas compañías las claves de buen gobierno que siguen Inditex, Santander, Repsol y el resto de cotizadas. Con la idea de prestar cuidados intensivos que reduzcan la “elevada tasa de mortandad” de la empresa familiar y potencien su éxito, la escuela de negocios con sede en Oleiros acaba de convocar la primera edición de su Programa de Consejeros en la Empresa Familiar.

“Pensamos en cómo ser embajadores del buen gobierno corporativo en el mundo de la empresa familiar y ese es el motivo por el que ahora surge, por primera vez, el programa. En Galicia no teníamos nada de formación para consejeros de empresas o personas de segundas y terceras generaciones”, explica la directora del programa, Susana Quintás. Esta economista coruñesa ha formado parte de consejos de administración de diversas compañías y ha sido alta directiva en banca —directora general en el Pastor y subdirectora en el Popular—. Desde esa experiencia, Quintás orienta a los empresarios hacia sus objetivos, que en el caso de la empresa familiar no se limitan al beneficio económico. “La empresa familiar tiene dos características intrínsecas: por un lado, la voluntad de dejar un legado por parte del fundador que perdure en el tiempo y, por otro, unos intereses familiares que no son estrictamente los de resultados”. La experta considera que este arraigo supone una ventaja para lograr la sostenibilidad a largo plazo, siempre que la gestión sea la adecuada.

“Está demostrado que en las empresas que se acaban pegando un batacazo tremendo siempre ha habido algún problema de gobierno corporativo: ya sea un problema de corrupción, de que las decisiones las tome solo uno y no se comunique... los casos son muchos. Al final, de lo que me di cuenta es de que si el gobierno corporativo es muy bueno para las cotizadas, ¿por qué no iba ser muy bueno para una empresa familiar?”, reflexiona Quintás. El 92,4% de las empresas asentadas en Galicia son empresas familiares y generan 86,3% del empleo privado, según el último informe de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar. La gran mayoría son pymes, pero también hay grandes compañías como Inditex (por ahora en la primera generación), Gadisa (segunda generación) o Hijos de Rivera (cuarta generación).

Susana Quintás. | // L.O. Alba Suárez

El programa de la Escuela de Finanzas se dirige a empresas familiares de tamaño medio que buscan profesionalizar su gestión para que la compañía dure más tiempo y sea más sostenible en el largo plazo. “Si tener un consejo de administración con consejeros independientes en un principio es demasiado, se puede empezar por un consejo asesor”, comenta. Las sesiones serán presenciales (en octubre en la sede de Oleiros) con contenidos prácticos como un plan de acción para la transformación digital, una agenda de consejo, o una guía de buenas prácticas de gobierno corporativo. Todo con la vista puesta en dar vigor a los negocios en herencia.

Hijos de Rivera, ejemplar

El proceso de grandes compañías familiares de éxito marca la senda. En ese sentido, Quintás señala a Hijos de Rivera como ejemplar en su funcionamiento y su perdurabilidad. La cervecera coruñesa está entre la minoría de empresas familiares (15%) que tiene un plan de sucesión y además, reina la cordialidad entre los herederos: “Hay casos como puede ser el de Estrella Galicia en los que todos son buenísimos y les ha ido de cine, probablemente porque ellos son un ejemplo de buen hacer de empresa familiar”.

No ha sido así, por ejemplo, en el relevo de El Corte Inglés, donde las hijas y el sobrino del fallecido Isidoro Álvarez protagonizaron todo un culebrón de lucha de poder en el seno empresarial y familiar. A la hora de definir la herencia, la directora del programa recomienda “hablar abiertamente” para evitar conflictos y ayudar así a dar una larga vida a la empresa familiar.

Solo el 30% llega a la tercera generación

Únicamente un 50% de las empresas familiares sobreviven a la marcha de su fundador y menos del 30% llegan a la tercera generación, según un estudio realizado por la consultora Russell Reynolds a partir del análisis de 160 empresas españolas, francesas, italianas y alemanas. Las que cotizan en Bolsa tienen menos consejeros independientes que la media en sus órganos de administración y la selección de sus directivos y consejeros “suele venir influenciada por motivos emocionales”, según este informe. El documento concluye que las firmas familiares con mejores resultados son aquellas que cuentan con un consejo de administración más reducido, con consejeros con más experiencia y antigüedad y más equilibrio de género. En la comparativa con los otros países analizados, España destaca con un 20% de mujeres presidentas, frente al 9% europeo.