Las empresas familiares, que en Galicia representan más del 92% del tejido productivo y ocho de cada diez asalariados del sector privado, esperan “una nueva era de crecimiento” de la economía gallega tras la pandemia. “En todas la crisis ejercemos un papel estabilizador: conservamos más empleo y PIB que el resto y tenemos un crecimiento más sostenible tras las crisis”, defendió Víctor Nogueira, el presidente de su asociación en la comunidad.

El 96% de sus trabajadores “siguen con nosotros”. Pensando en el próximo ejercicio, las empresas familiares gallegas reclaman a la Xunta “un plan específico para retener a las empresas que generan riqueza en Galicia y para atraer un mayor volumen de inversión extranjera para asentar nuevas industrias”.

El plan, según dejó entrever Nogueira, pasa por inyectar los fondos europeos “a la economía real” y “una fiscalidad más competitiva”. “Hay ocho autonomías fiscalmente más competitivas —remarcó ayer durante la clausura de la XXI Asamblea General de la organización— Galicia necesita competitividad para atraer empresas, pero también para que las que ya tienen su sede aquí sean incentivadas para seguir aquí, generando empleo y riqueza en nuestro territorio”.

El presidente de la Xunta negó que otras ocho comunidades tengan una fiscalidad más liviana y, de hecho, dijo que Galicia es la segunda con menor carga. Alberto Núñez Feijóo destacó que la economía gallega está resistiendo esta pandemia “desde luego mejor que la media” gracias a un tejido productivo “muy comprometido con la tierra” y que la comunidad lidió “con mayor certeza y pericia” la crisis del coronavirus.