La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha viajado a Estados Unidos para reunirse con la cúpula de Alcoa, en Pittsburgh, con el objetivo de desbloquear la venta de la última fábrica que la multinacional aluminera mantiene en España —la de San Cibrao, en Lugo— 23 años después de que el Gobierno español (de Aznar) le vendiera una decena de plantas de la empresa pública Inespal. Según informó ayer el ministerio, Maroto logró el compromiso de Alcoa de desbloquear el proceso de venta de San Cibrao, para el que exigió al presidente, Roy Harvey, que verifique la solvencia del comprador de forma que no se repita la operación fallida de las plantas de A Coruña y Avilés (actual Alu Ibérica), donde “ni Parter ni Grupo Riesgo cumplen perfil de comprador serio y solvente”, según los jueces.

Roy Harvey.   | // L.O.

Roy Harvey. | // L.O. A. Suárez

La propia Alcoa usó ayer su condena para pedir que el Gobierno salvaguarde la operación de San Cibrao: “La sentencia de la Audiencia Nacional sobre la venta de las fábricas de A Coruña y Avilés ha puesto de manifiesto los riesgos de vender plantas inviables en las que el vendedor es el que contribuye económicamente en la transacción, a pesar de contar con la supervisión de todos los actores involucrados en el proceso”, señaló la firma para pedir la intervención de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

El escollo de la SEPI

Aunque antes de la reunión Alcoa España volvió a defender en un comunicado que la participación de la SEPI en el proceso de venta “es el camino” para llevar la negociación a buen puerto, una vez concluido el encuentro Maroto informó de que “el señor Harvey ha reconocido que está dispuesto a vender directamente a terceros”. La multinacional matizó esta afirmación en comunicado posterior: “Harvey accedió a revisar la propuesta del Gobierno, pero no se comprometió a realizar una venta directa a un tercero”. Alcoa insiste en que está “convencida de que la venta de la planta a la SEPI era la forma de dar mayor seguridad”.

Con la crisis de la planta coruñesa como telón de fondo, la reunión en la sede global de Alcoa se centró en despejar el futuro de la factoría de Cervo. “He trasladado una propuesta consensuada con la Xunta de Galicia y los sindicatos en la que exigimos a la empresa que evalúe las cuatro ofertas de compra que ha recibido”, explicó Maroto al término de la reunión. La ministra matizó que el Gobierno acompañaría el proceso de venta con ayudas públicas en el ámbito industrial y energético.

“Estamos dispuestos a ofrecerles las herramientas de acompañamiento públicas para ayudarles a verificar que el futuro comprador de la planta sea solvente y que lo haga en el menor tiempo posible: nuestro objetivo es que la venta se anuncie como muy tarde el 30 de septiembre”, fechó la ministra, que concretó que Alcoa dará una respuesta a sus propuestas “en las dos próximas semanas”.