El precio de la luz en el mercado mayorista español marcó esta semana su máximo histórico al alcanzar los 106,57 euros el megavatio hora para luego mantenerse por encima de la barrera de los 100 euros de media. Además, el precio que marcó la electricidad en España el miércoles fue el más elevado de los registrados ese día en Europa. La escalada que se está registrando desde abril por el encarecimiento del gas y del CO2 afecta a los hogares —de manera directa a los diez millones que están en el mercado regulado— y especialmente a la gran industria, en la que la energía consumida llega a representar más del 70% de la factura y el conjunto del gasto energético rebasa en algunos casos (por ejemplo en la fabricación de aluminio) el 40% de los costes totales de producción. En ese contexto, la vieja brecha de costes energéticos entre la industria electrointensiva coruñesa y sus competidores europeos sigue aumentando, lo que lastra la competitividad de las empresas radicadas en la zona y amenaza la viabilidad industrial.

Según el barómetro que elabora la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege) a partir de los precios medios de la luz de lo que va de año y el promedio de los futuros de lo que resta del ejercicio, la gran industria electrointensiva española (con fuerte peso en Galicia y especialmente en A Coruña) paga el megavatio hora a 86,29 euros, mientras que los competidores alemanes pagan 57,17 euros y los franceses 39,98. Esta desigualdad afecta a empresas con gran consumo eléctrico como Ferroatlántica en Sabón, Showa Denko en A Grela, Celsa Atlantic en A Laracha, Megasa en Narón o Xeal (antigua Ferroatlántica de A Costa da Morte) en Cee y Dumbría.

El Congreso aprobó esta semana la rebaja transitoria de dos de los impuestos que cargan el recibo de la luz (el IVA y el impuesto sobre la producción) para compensar los altos precios de la electricidad en el mercado mayorista. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, avanzó que las previsiones de precios altos “no parecen despejarse en los próximos meses”. Las subidas de los precios, dijo Ribera, “no responden a decisiones del Gobierno” y no son “exclusivos de España”, sino que responden al “diseño de la política energética en la Unión Europea”. “Hemos hecho ver esta disfunción” en la Unión Europea, señaló Ribera, que añadió que la señal de precios del CO2 “no puede ser una guillotina para los consumidores domésticos e industriales”.

El alto precio de la electricidad en España es el principal argumento de Alcoa en su decisión de dejar de fabricar aluminio en el país, con la venta de San Cibrao, la última planta que mantiene tras deshacerse de las de A Coruña y Avilés hace dos años.

Determinante para Alu Ibérica

El coste eléctrico es uno de los factores clave para el futuro de la factoría de aluminio de A Coruña. La fabricación de este metal es de las actividades industriales que mayor gasto energético requiere y, por tanto, su rentabilidad está íntimamente ligada al coste eléctrico. Las electrólisis (cubas donde se produce el aluminio primario a partir de alúmina) están paradas en A Grela desde febrero de 2019, meses antes de vender la instalación a Parter. Ni el fondo suizo ni Grupo Riesgo, actual propietario, volvieron a activar la líneas electrolíticas y se limitaron en todo caso a reciclar chatarra, aunque la actividad está bajo mínimos mientras la Audiencia Nacional investiga la supuesta estafa y los indicios de descapitalización fraudulenta.

La plantilla aluminera de A Grela urge una nueva salida industrial que garantice la actividad y el empleo. Para ello, llevan años manifestándose al grito de “enerxía, solución”.