El negocio de la Corporación Hijos de Rivera, matriz de Estrella Galicia, sube como la espuma. La compañía coruñesa ha pasado en solo diez años de producir poco más un millón de hectolitros a un volumen de 341 millones de litros en el último ejercicio, 2020. La firma que capitanea Ignacio Rivera, cuarta generación de la empresa familiar fundada en 1906, ha triplicado su producción en una década y su expansión más allá de las fronteras gallegas amenaza la cuota de mercado de los grandes grupos cerveceros del país.

Estrella Galicia es ya la cuarta cerveza más consumida en España, solo por detrás de Mahou, Damm y Heineken. La bebida de cebada fabricada en A Coruña es además la que mejor aguantó el tirón del COVID, pues fue la que menos bajó en producción de las cuatro grandes el año pasado.

Según datos recopilados por la agencia Efe a partir del archivo histórico de la patronal Cerveceros de España, Mahou lidera el mercado español con una producción anual de 1.080 millones de litros de cerveza. La cerveza madrileña se mantiene a la cabeza, pero su posición es más débil que hace diez años, cuando producía 1.250 millones de litros.

En la segunda posición ha habido cambios. Tradicionalmente era Heineken quien ocupaba este puesto, pero Damm la ha superado. En 2020 el fabricante de Estrella Damm alcanzó los 990 millones de litros de cerveza (170 más que diez años atrás). Heineken se quedó en 880 millones de litros de cerveza (140 menos que en el año 2010).

Declive de Mahou y Heineken

El declive de Mahou (de 1.250 millones de litros de cerveza en 2010 a 1.080 en 2020) y de Heineken (de 1.020 a 880) contrastan con el crecimiento de Damm (de 820 a 990) y de Hijos de Rivera (de 100 a 341). A gran distancia se sitúa en quinta posición la Compañía Cervecera de Canarias, que distribuye la marca Dorada y produce 90 millones de litros, casi lo mismo que hace diez años (80). La Zaragozana (Ambar) vende 70 millones de litros, frente a los 50 que venía en 2010.

Hijos de Rivera, con su marca Estrella Galicia a la cabeza, se ha convertido en el “gran agitador” del mercado cervecero español durante la última década, según los datos de la patronal del sector. En ese período en el que ha triplicado su producción y ha comenzado a rascar cuota a los tres gigantes del sector: Mahou-San Miguel, Damm y Heineken. Detrás de su crecimiento destacan entre otros factores la apuesta por la publicidad y el patrocinio (motos, Fórmula 1, fútbol, o festivales de música), además de haberse ido dando a conocer por todo el país pese a concentrar su producción en una única fábrica, la de Agrela, en A Coruña. Sus planes de expansión pasan por abrir una segunda planta, en el polígono de Morás (Arteixo), y si se dan las circunstancias adecuadas, una tercera en Brasil para abastecer el mercado sudamericano, en el que también se ha abierto camino.

“Al principio no nos conocía nadie“, admitía recientemente en un foro su consejero delegado, Ignacio Rivera, quien aseguraba que inicialmente la competencia no les daba “mucha importancia” porque veían a Estrella Galicia como “una marca regional”.

Desde 2010, todavía inmersos en la crisis económica iniciada en 2008, las principales tendencias del mercado cervecero han sido dos: el auge de la producción artesana y la renovada apuesta por las marcas locales y regionales. La filosofía de Estrella Galicia encaja con ambas. La aspiración de la compañía coruñesa es ser la cervecera más grande de las big craft, sin perder su escala artesana. “No queremos ser la cerveza más vendida, sino la más amada” , reivindica Ignacio Rivera.

Mantener la propiedad del negocio en manos de la familia es otra de las máximas de Estrella, que por el momento rechaza la entrada de capital aunque no descarta salir a Bolsa en un futuro siempre que los dueños mantengan el control. El sector cervecero vivió relevantes movimientos de concentración durante la primera década de este siglo y desde entonces apenas ha habido operaciones de calado. La compra de Cruzcampo por Heineken y la adquisición por parte de Mahou primero de San Miguel y después de Alhambra revolucionaron el sector.