Municipios gallegos afectados por el cierre de sucursales bancarias acogieron ayer diversas iniciativas y movilizaciones de vecinos, comerciantes y responsables políticos para defender el mantenimiento de estas sedes ante las consecuencias sociales y económicas que tendrá para las localidades del rural.

Varios establecimientos comerciales colocaron crespones negros en señal de rechazo y protesta por los cierres previstos de oficinas.