En la Avenida Diputación, sede de Inditex, en Arteixo no se da una puntada sin hilo. Y más en temas de comunicación. No hay nada que se deje a la improvisación. Todo está calculado. Muy calculado. No hay que olvidar que cualquier información que salga de dentro del gigante textil gallego es escudriñada por miles de ojos y puede afectar a su cotización en la Bolsa. Y sobre todo, porque tiene un perfil muy bajo de comunicación: su fundador, Amancio Ortega, nunca ha dado una entrevista ni ha hecho una declaración, y su presidente, Pablo Isla, tampoco es muy habitual de los medios, aunque sí suele acudir a dar alguna conferencia.

Por eso llama la atención que Marta Ortega, a sus 37 años, haya roto su silencio y haya dado su primera entrevista a un medio de comunicación. ¿Por qué en este momento? ¿Por qué a la revista de The Wall Street Journal? ¿Qué conclusiones se pueden sacar de sus palabras? ¿A quién van dirigidas?

Esta primera entrevista es su presentación ante la sociedad. No ante la sociedad en general, sino ante la sociedad económica, ante los mercados, ante los que mandan en las esferas financieras. Durante toda la entrevista habla de negocio, de producto, de cómo ve su futuro dentro de Inditex, de cómo ve la empresa… Todo dirigido al mundo de las finanzas.

Y para hacer su puesta de largo pública ha elegido el mejor vehículo posible, The Wall Street Journal, la biblia del capitalismo, como lo denominan algunos. El periódico económico más influyente y más leído del planeta. El más leído por las altas esferas de la economía mundial. Así que mejor escaparate es imposible.

Desde hace años, aunque nunca se ha dicho de forma pública, se está preparando el terreno para que Marta Ortega sea la heredera del negocio de su padre. Y este último movimiento en forma de entrevista es un paso más. Pero un paso grande, muy grande. Todas sus palabras esconden un mensaje y tienen uno o varios destinatarios. Quizá su frase más relevante es cuando asegura: “estaré donde la empresa me necesite”. Es un mensaje de tranquilidad para todos los actores: para los mercados y los accionistas, para su padre, para Pablo Isla y hasta para los trabajadores. Sus palabras dan estabilidad a la empresa porque habrá continuidad. No se marchará y se desentenderá del negocio. Ata su destino al de Inditex.

Otra conclusión relevante que se extrae de sus palabras es que entre sus planes no está liderar la empresa. Para eso ya está su presidente, Pablo Isla, al que Amancio Ortega reclutó hace una década. “No sé nada sobre grandes cifras”, llega a reconocer durante la entrevista.

“Nunca sabes tu futuro, y estoy abierta. Pero, para ser honesta, prefiero quedarme cerca del producto. Creo que eso es lo que siempre hizo mi padre”, apunta en otro momento. Además de dar tranquilidad a Isla para que continúe su trabajo, es un guiño a su padre. Viene a decir. “Yo quiero hacer lo que ha hecho mi padre”. Y para un padre, escuchar estas palabras de una hija es oro puro.

Esta primera entrevista de Marta Ortega también es un cambio hacia una comunicación más moderna dentro de Inditex. Su padre nunca ha hecho una declaración pública. No sé conoce el tono de su voz. Pablo Isla también es parco en sus apariciones públicas. Marta Ortega no. Marta Ortega acude a desfiles, no se esconde de los fotógrafos y se deja fotografiar —aunque eso no quiere decir que le guste—, monta el banquete de su boda en un lugar que la pueda ver entrar todo el mundo, es habitual de las revistas del corazón, es usuaria activa de las redes sociales…

Tiene cuenta en Instagram, aunque es privada. Pasa del millar y medio de personas a las que sigue y del millar de seguidores. Y ha publicado más de 1.500 fotos. En su bio acaba de colocar un enlace a su entrevista en The Wall Street Journal Magazine. En Inditex no se da puntada sin hilo.

Entrevistada por una experta periodista y retratada por el Messi de los fotógrafos

La primera aparición buscada en un medio de comunicación de Marta Ortega ha sido preparada con mucho mimo. Ha elegido para ello la revista de The Wall Street Journal. El periódico económico más prestigioso del mundo. El extenso reportaje lo ha realizado la periodista Elisa Lipsky-Karasz, que es editora adjunta de la publicación desde hace una década. Para las fotos, ha contado con Steven Meisel, al que denominan el Messi de la fotografía de moda. Ha trabajado para Vogue, entre otras muchas revistas, y las fotografías del libro Sex que publicó Madonna en 1992 llevan su firma. Y para cerrar el triángulo de la producción del reportaje, el estilismo corre a cargo de Karl Temper, que ha trabajado para Interviu, Vogue Italia, Vogue París o The New York Times. Campañas de Calvin Klein, Valentino, Tommy Hilfiger, Dior, Louis Vuitton o Benetton llevan su sello. Como consecuencia se nota que tanto el fotógrafo como el estilista están especializados en moda, porque muestran a Marta Ortega como si fuese una modelo.