Unas 2.500 personas, según datos de la Policía, se manifestaron ayer a mediodía en la localidad lucense de Viveiro contra el cierre anunciado por la empresa Vestas de la fábrica de aerogeneradores que la multinacional tiene en Chavín y para pedir soluciones para la crisis industrial en la comarca de A Mariña lucense.

Acompañados de representantes políticos, los trabajadores de esta empresa, que tiene previsto su cierre para finales del año, junto con la plantilla de la factoría de aluminio de Alcoa, que hoy retoma la huelga indefinida al fracasar la venta, plantearon sus reivindicaciones tras pancartas con lemas como Vestas Viveiro solución y A Mariña, nin industria nin futuro.

El presidente del comité de empresa de Vestas, Daniel Mariño, aseguró que la fábrica sigue “siendo rentable, un ejemplo a seguir”, por lo que “no se entiende” que la empresa que acaba de adquirir terrenos para ampliar y “alardea de los planes de futuro para Chavín, ¡ahora se marche sin más!”.

“Esta comarca, A Mariña lucense, de sobra castigada y con serios problemas industriales, no puede permitirse perder ni un solo puesto de trabajo más. Por eso, vamos a luchar, para mantener nuestros puestos de trabajo que son nuestros, los merecemos, los ganamos con nuestro esfuerzo diario”, proclamó en la lectura de un manifiesto durante la concentración.

La alcaldesa de la localidad, la socialista María Loureiro, también destacó, durante su participación en esta movilización, que la planta “tiene beneficios y una buena productividad”, por lo que instó a trabajar con Xunta y Gobierno central para “apretar” a la empresa y que “reconsidere” el cierre anunciado.