La dirección de Vestas comunicó ayer al comité de empresa de la fábrica da aerogeneradores de Viveiro que su decisión de cierre es firme y que no caben aplazamientos en la tramitación del despido colectivo, como solicitaban los sindicatos. Representantes de la multinacional y de los trabajadores se reunieron ayer para iniciar el período de consultas del ERE planteado por la empresa, que pretende cerrar el centro de trabajo a finales de año, lo que dejará en la calle a 115 personas.

Después de la reunión que los trabajadores mantuvieron el lunes con el vicepresidente económico y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, en la que se acordó la formación de una mesa industrial para buscar “alternativas” al cierre de la fábrica, el comité confiaba en que Vestas “reconsidere su postura y no presente el ERE”. Los trabajadores albergaban esperanzas de que la empresa pudiese participar en la mesa en la que estarán los sindicatos, la Xunta y el Gobierno para buscar “una alternativa industrial” al cierre. Pero la reunión entre la patronal y los trabajadores celebrada ayer a las once en el hotel As Sirenas, en Viveiro, dejó poco margen para el optimismo.

La empresa rechazó la petición de la parte social de retrasar el inicio del periodo de consultas del ERE con la que pretendía dar tiempo para buscar antes una alternativa industrial, de manera que la cuenta atrás para el cierre y los despidos está ya en marcha. Ante esta cerrazón, el comité de Vestas en Viveiro criticó la “mala fe” de la multinacional. El pasado sábado 2.500 personas se manifestaron en Viveiro contra el cierre de Vestas y la parálisis de Alcoa en A Mariña.