El zarpazo del COVID ha hecho mella en el mercado de trabajo, pero la sutura de los ERTE y la paulatina recuperación económica van tornando la herida en cicatriz. A nivel local, la realidad laboral empieza a parecerse a la que había hace dos años, que sin ser ideal era algo mejor. Según la última foto fija publicada por el Ministerio de Seguridad Social —del último día del mes pasado— en A Coruña hay 136.324 trabajadores. Son 825 menos (-0,6%) que los 137.149 que había en el mismo momento del año de 2019, último dato comparable antes de la irrupción de la pandemia. Esa diferencia a la baja se debe a la debilidad del empleo por cuenta ajena. Por su parte, los autónomos han sido el primer colectivo en recobrar el ritmo. En la ciudad trabajan ya 15.403 personas por cuenta propia, 84 más de las que la que ejercían la actividad hace dos años (15.319).

Otro grupo —aunque minoritario— que ha recuperado el nivel preCOVID de empleo es el de afiliados del régimen especial del mar. Hace dos años había 736 marineros dados de alta en la ciudad y ahora ya alcanzan los 771. En la misma línea, el trabajo agrario ha pasado de 125 a 132 afiliados.

Empleadas del hogar

Mientras las tareas al aire libre recuperan la normalidad, el trabajo en el hogar se ha resentido y está todavía por debajo de las tasas preCOVID. Si dos años atrás había 3.887 personas —en su mayoría mujeres— cotizando en este régimen especial, ahora son 3.811.

Pero es el régimen general el que aglutina al 85% de los trabajadores coruñeses y es ahí donde se deja notar el pulso de un mercado laboral al que todavía le faltan vitaminas, aunque mantiene las constantes vitales. En la ciudad de A Coruña hay 116.207 personas de alta en este régimen. Para recuperar el nivel que había hace dos años (117.082), las empresas tendrían que contratar a 875 trabajadores más.

El nivel de recuperación de las afiliaciones en la ciudad A Coruña (un 0,6% por debajo de la cifra preCOVID) es más favorable que en Vigo (-1,9%) y menos que en Santiago (- 0,2%). Aunque los sindicatos alertan de que no se trata solo de la recuperación cuantitativa, sino de la cualitativa y ahí las principales centrales sindicales coinciden en una palabra: precariedad. Demasiada temporalidad y escasa remuneración.

Los últimos datos del paro registrado hablan de 15.499 personas en situación de desempleo en la ciudad. Son 565 más que las 16.064 que había dos años antes. Otras 300 perdieron su trabajo en este tiempo de pandemia (según la diferencia de cifras de afiliaciones) pero o bien han dejado de buscar empleo en la ciudad reduciendo la población activa o lo buscan pero consideran inútil registrarse como demandantes.

Los ERTE COVID amortiguan el paro, ya que los trabajadores en suspensión temporal siguen figurando como cotizantes. A finales de agosto estos expedientes amparaban a 272.190 trabajadores en España, 10.810 en Galicia y 4.657 en la provincia de A Coruña. Esta herramienta acaba de ser prorrogada hasta el 28 de febrero.