Las empresas familiares españolas han logrado superar la pandemia y la crisis derivada de esta y ganan peso en el índice mundial de este tipo de compañías. En esta clasificación que elaboran EY y la Universidad de San Gallen, en Suiza —que incluye a las 500 mayores compañías dominadas por parientes en todo el mundo— hay trece españolas, tres más que hace dos años. La firma textil coruñesa Inditex se mantiene entre las cien compañías familiares con mayor facturación del mundo.

Junto a la empresa fundada por Amancio Ortega forman parte del ranking Mercadona (familia Roig), El Corte Inglés (Álvarez), Gestamp (Riberas), Acciona (Entrecanales), Ferrovial (Del Pino), Grifols, Barceló, Prosegur (Gut Revoredo), Grupo Antolín, Globalia (Hidalgo) y Técnicas Reunidas (Lladó). En conjunto, estas firmas tienen una facturación de 134.000 millones de dólares y cuentan con 752.892 empleados.

Las 500 empresas familiares más grandes del mundo generaron 7,2 billones de dólares en facturación y emplearon a 24,1 millones de personas en 45 países. Europa sigue siendo una ubicación preferente para este tipo de compañías con casi la mitad de las mismas radicadas en la zona y América un tercio.

Por países, EEUU es el que ostenta el mayor número de empresas familiares (119 o el 24%), seguido de Alemania con un 16%. Asia es el hogar de tres de las veinte principales empresas, así como la empresa familiar más antigua del Índice: Takenaka Corporation con más de 400 años de antigüedad en Japón.

Aunque las empresas familiares, especialmente las del sector de la hostelería y el turismo, han sentido los efectos de la pandemia, muchas aprovecharon la oportunidad para reorganizarse y adaptarse. Varias compañías cambiaron sus capacidades de fabricación para desarrollar artículos esenciales como protectores faciales y respiradores.