A pesar de las subidas de impuestos de los dos últimos años, el Gobierno prevé que la presión fiscal volverá a bajar en 2022 de modo que el peso total de la recaudación de impuestos y cotizaciones sociales sobre el producto interior bruto bajará del 37,4% del PIB en 2021 al 36,2% en 2022, como consecuencia de aumento que la economía crecerá más que los ingresos tributarios. Así figura en el documento Plan Presupuestario 2022 del Reino de España que el Gobierno ha remitido a la Comisión Europea en la tarde de este viernes, cumpliendo así con la fecha tope del 15 de octubre establecida por las normas europeas.

El texto se envía a Bruselas poco después de que el Gobierno haya enviado al Congreso de los Diputados el proyecto de ley de Presupuestos del Estado para 2022. Este documento debe ofrecer a Bruselas una foto presupuestaria de todas las administraciones españolas (Estado, comunidades autónomas y corporaciones locales) y en lo que se refiere a 2022 se proyecta un nivel de gasto de todas ellas equivalente al 44,7% del PIB, casi cinco puntos por debajo del alcanzado en 2021 (49,6%) y a mucha más distancia del récord de 2020 (52,4%), ambos ejercicios fuertemente marcados por la lucha contra la crisis sanitaria. La foto, así, presenta un tamaño del Estado mucho menor al que alcanzó en 2020 (el equivalente a 7,7 puntos de PIB).

Por su parte, el peso de los ingresos (con los impuestos como principal ingrediente) bajará del 41,3% del PIB en 2021 al 39,8% en 2022. En términos de volumen, los ingresos de todas las administraciones ascenderán a 522.264 millones, lo que supone un crecimiento del 4,6%. La presión fiscal española del 36,2% se sitúa muy por debajo de la media europea de los últimos años, en el entorno del 41,6% del PIB en la eurozona.

La diferencia entre el peso de los gastos (44,7% del PIB) y el de los ingresos (39,8% del PIB) determina el tamaño del déficit público, que, según lo previsto por el Ejecutivo bajará del 8,3% del PIB en 2021 al entorno del 5% en 2022.

Medidas tributarias

El Plan Presupuestario cifra en 1.650 millones de euros la recaudación adicional neta que espera Hacienda en 2022 por los cambios impositivos que se pondrán en marcha el año próximo, combinado con los introducidos en 2021 pero que rendirán efecto en la caja de 2022.

Con efectos desde 2021 el Gobierno recorto del 100% al 95% la exención de los dividendos y plusvalías generadas en el exterior por las multinacionales. Esta medida reportará 173 millones a los ingresos de 2021 pero un total de 1.347 millones a las cuentas de 2022.

En el documento remitido a Bruselas el Gobierno viene a reconocer su gran error en la estimación de ingresos por los nuevos impuestos creados en 2021 a partir de la tasa financiera y del gravamen sobre servicios digitales. Frente a los 850 millones presupuestados para la también conocida como 'tasa Tobin' sobre la compra de acciones de cotizadas, el Plan Presupuestario reconoce unos ingresos de tan solo 372 millones repartidos entre 2021 y de 2022, mucho menos de la mitad. Por su parte, para la conocida como 'tasa Google' se prevé ahora un efecto recaudatorio de 225 millones, cuatro veces menos de lo previsto inicialmente.