La industria y el comercio afrontan el Black Friday de noviembre y la Navidad de este año con el reto de disponer producto suficiente a la venta y a precios competitivos. Se calcula en 55.000 millones el ahorro acumulado en España durante la pandemia y que está dispuesto para el consumo. Las tensiones dominan el ambiente, pero a día de hoy se descartan desabastecimientos porque las empresas anticipan compras a los proveedores de cara a la campaña del Black Friday y Navidad.

Se alerta no obstante de la posibilidad de que suban algunos precios de productos concretos por la falta internacional de chips en productos electrónicos, por ejemplo, o encarecimiento de materias primas. Los altos directivos de empresas de productos de gran consumo convocados con motivo del 36 Congreso Aecoc que se celebra en Barcelona esta semana están en alerta ante una crisis logística de ámbito mundial y de alza de precios de materias primas que ha puesto contra las cuerdas a los gestores empresariales y que provocan en el comercio más de un quebradero de cabeza.

Samuel González, director de compras de Mediamarkt, reconoce que el efecto directo de la falta de chips y encarecimiento de los fletes marítimos ha sido que las empresas de gran consumo han "anticipado" sus políticas de compras. En el caso de Mediamarkt, si Black Friday y Navidad requerían anticipar las compras en ocho o 10 semanas, este año las compras se han anticipado en 20 o 25 semanas. La consecuencia es que, en general, no se esperan desabastecimientos. "No nos podemos permitir trasladar subidas de precios esta Navidad, y menos en tecnología, porque los consumidores están acostumbrados a tener productos cada vez más asequibles salvo en productos concretos nuevos", asegura González.

Desde el punto de vista del consumidor, las previsiones del sector comercial es que los precios no van a subir de manera generalizada en los próximos meses ante la elevada competencia en productos tecnológicos y de bricolaje. En opinión de Manuel Royo, director de márketing de Beko Grundig, "lo que se prevé para la próxima campaña de Black Friday y Navidad es que aumente la venta de productos con más valor añadido y que incorporen elementos de sostenibilidad que exigen cada vez más los consumidores". Royo se refiere a electrodomésticos más eficientes y adaptados a las exigencias del consumidor. Sobre la posibilidad de subidas de precios, Royo considera que las empresas están afrontando un arduo "trabajo financiero para no trasladar alzas de costes". En cualquier caso la falta de chips está afectando menos a los electrodomésticos en general, aunque algo más en el caso de los lavavajillas. Existe suficiente stock en el mercado de electrodomésticos y televisores, por ejemplo.

Alza de ventas pospandémica

Daniel Molero, director de ventas de Samsung anuncia para las próximas semanas el auge de ventas de sus móviles plegables, con bajadas de precios del 40% con respecto a su precio inicial de lanzamiento en el mercado. También augura fuertes ventas de relojes inteligentes, de los móviles 5G y de altavoces 'bluetooth'.

Las firmas de bricolaje afrontan un cierre de año optimista y marcado también por el alza de ventas pandémico y pospandémico, cuyos niveles de ventas se han situado por encima del 25% de los registrados en el 2019. Eduardo Nussio, director de mercados de Leroy Merlín, asegura que la elevada competencia y la anticipación de las compras permite "paliar subidas de costes importantes". Opina que en su caso se han puesto en marcha medidas para reducir costes que compensen el alza de las materias primas o el transporte. Esas medidas, que define como "creativas", se van a centrar en reducir costes de embalajes, por ejemplo, pero también en la búsqueda de nuevas materias primas para sus productos. Leroy Merlin percibe claramente el alza de la demanda de productos para reformas del hogar.

Para Ángel Gurría, execretario general de la OCDE entre 2006 y 2021 y exministro de Relaciones Exteriores de México (96-98), opinó en una exposición durante el congreso de Aecoc que "existe el riesgo de que las empresas se protejan en exceso ante los temores de inflación y que como consecuencia agudicen los problemas". Como principales factores de riesgo de desaceleración económica aludió a la incertidumbre sobre el cambio climático; el alza de precios de combustibles y materias primas; la escasez de chips; la multiplicación del coste de los fletes; la pandemia y las dos velocidades de vacunación entre países más y menos desarrollados; y la amenaza de que regrese la inflación sin que la recuperación se haya consolidado.