Orange se suma a la ola de cierre de tiendas físicas en España en que se han embarcado otras telecos (Vodafone lo ha hecho como parte de la negociación de su ERE) y que protagonizan todos los grandes grupos de distribución. La filial del grupo de telecomunicaciones francés ha decidido hacer frente a la caída de ventas en sus establecimientos físicos y ha empezado a desprenderse de algunas de sus tiendas pequeñas.

Orange ha cerrado ya 40 tiendas de superficie reducida en lo que va de año y admite revisa 'mes a mes' la facturación y el tráfico de visitantes en cada uno de los establecimientos para decidir nuevas clausuras, según ha confirmado la teleco en la presentación de sus resultados trimestrales. Los planes del grupo pasan por cerrar tiendas pequeñas y seguir abriendo grandes 'stores' en los que poder hacer demostraciones de productos a los clientes y ubicados en zonas de gran afluencia de viandantes. En principio, el objetivo es cerrar dos tiendas pequeñas por cada grande que se abra.

La compañía aún cuenta en el mercado español con una red de 800 tiendas en que sólo se comercializan productos propios, de los que la inmensa mayoría se explotan en régimen de franquicia (tan sólo 25 puntos de venta son gestionados directamente por el grupo). Vodafone acaba de anunciar el cierre de su red de tiendas propias en el marco del recorte de empleo en la teleco, y se dispone a traspasar los establecimientos.

Orange esgrime que las tiendas físicas registran actualmente un 25% menos de tráfico de clientes potenciales frente al que había antes de la pandemia, lo que para la compañía es un indicador claro de la falta de atractivo que tiene para los consumidores algunas de los puntos de venta de su red. Por el contrario, las ventas a través de canales digitales de la compañía han crecido más de un 30% en relación al año pasado, cuando la progresiva digitalización de muchos procesos ya había arrancado como consecuencia de las restricciones de movilidad por la Covid

Caída de los ingresos

Orange ha facturado 3.544 millones de euros en España entre enero y septiembre, un 4,9% menos que en el mismo periodo del año pasado. Una caída que la compañía explica por la presión competitiva en un mercado en el que las ofertas de bajo coste tienen un protagonismo creciente.

El operador francés ha registrado una menor caída de ingresos en el tercer trimestre, donde ha cedido un 4,4% para una cifra de negocio de 1.176 millones de euros. En los últimos tres meses, la compañía asegura haber sumado 76.000 contratos de móvil netos y 8.000 paquetes convergentes, al tiempo que ha aumentado sus líneas de fibra en 43.000.

Orange sostiene que se dirige a todos los segmentos de mercado con cada una de sus marcas: Orange, dirigido al cliente premium; Jazztel, al segmento medio; y Simyo, concentrada en el negocio 'low cost'. La compañía ha simplificado su porfolio de marcas y ha prescindido de Amena y de República Móvil.