La multinacional danesa Vestas propone “la reconversión” de su planta de fabricación de aerogeneradores de Viveiro (Lugo) en un centro dedicado a tareas de operación y mantenimiento que emplearía a unas 24 personas —poco más del 20% de la actual plantilla, formada por 115 trabajadores— a partir del 1 de enero de 2022.

La compañía formuló su propuesta en el marco del período de consultas del ERE que pretende aplicar en la fábrica. Para el resto de los trabajadores, Vestas indica que “mantiene su compromiso inicial de recolocaciones internas en otros centros de España”.

Con esta propuesta, Vestas quiere manifestar su “firme compromiso con el diálogo constructivo para lograr una solución lo más satisfactoria posible para todas las partes afectadas”. En los últimos días la Xunta la acusó de no querer vender a pesar de que el Igape identificó ocho compradores potenciales. En la misma línea, los trabajadores creen que quiere “matar la producción” en Viveiro y evitar la entrada de un competidor.

La compañía niega “rotundamente” las acusaciones de “mala fe”, tal y como lo demuestra “su presencia en dos mesas de negociación de forma paralela”.

Las crisis industriales de Vestas y de Alcoa han llevado a los tres sindicatos mayoritarios —CIG, CC.OO y UGT— a convocar a todos los vecinos de A Mariña a secundar una huelga general el miércoles 17 de noviembre, que “afectará a todas las actividades desempeñadas por los trabajadores y trabajadoras de empresas privadas y por los empleados y empleadas del sector público” en la comarca. Este domingo, empleados de Alcoa exigirán una solución con una caravana de coches después de el Tribunal Superior confirmara la nulidad del ERE.