La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, viajó ayer a Argelia para reunirse con el ministro argelino de Energía y Minas, Mohamed Arkab, a pocos días de que se cierre el gasoducto entre el país argelino y el vecino Marruecos, por donde hasta ahora pasaba parte del gas con destino a la península. Tras la reunión, Ribera aseguró que su homólogo le ha “explicitado la total garantía con respecto a los volúmenes de suministro pactados”, así como el “cuándo y cómo” se podría materializar un posible incremento de esa oferta.

Argelia es el primer productor de gas a España, con alrededor del 40% que llega a este país. Hasta ahora, la forma de hacer llegar toda esta materia prima era a través de dos gasoductos. El Magreb-Europa (GME), que pasa por Marruecos, y el Medgaz, inaugurado en 2011, que une directamente los yacimientos argelinos de Hassi R’mel con la ciudad de Almería. Pero a partir de este domingo, 31 de octubre, las tensiones diplomáticas entre Marruecos y Argelia supondrán el cierre del primero de los tubos, el Magreb-Europa.

Este gasoducto tiene capacidad de transportar hasta 13.500 millones de metros cúbicos de gas natural al año. Mientras el Medgaz tiene cabida para 8.000 millones de metros cúbicos, que se prevén ampliar antes de finalizar el año hasta los 10.000 millones. En 2019, según fuentes del sector, el Medgaz transportó gas al 56% de su capacidad y el Magreb un 36%.