El índice de precios de consumo (IPC) subió en octubre el 5,4 % interanual, una décima menos de lo anticipado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero casi un punto y medio por encima de la tasa registrada en septiembre, un alza provocada fundamentalmente por el encarecimiento de la electricidad. Pese a esa ligera corrección a la baja se trata de la tasa más elevada en casi tres décadas, que erosiona el poder adquisitivo de los salarios y de los ahorros y encarece la factura de las pensiones, que se vinculan al IPC medio del año en noviembre.

De acuerdo con la información actualizada este viernes por el INE, la mayor influencia en el repunte de la inflación ha sido del grupo de la vivienda, que se incrementó un 20,5 % anual por el aumento de los precios de la electricidad y, en menor medida, del gas y el gasóleo para calefacción. El apartado de calefacción, alumbrado y distribución de agua se disparó un 7,2% con respeto a septiembre, acumuló en los 10 primeros meses un alza del 36,3% y la tasa anual se situó en el 42%.

También ha influido en el aumento de la inflación de octubre el grupo del transporte, con un alza del 12,3 % consecuencia de la subida de los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal. El Índice de Precios del Consumo (IPC) en Cataluña subió 1,7 puntos en octubre respecto a septiembre y la tasa interanual se sitúa en el 5,2%, 1,5 puntos por encima de la registrada el mes anterior.

Cataluña es la undécima comunidad autónoma con la tasa interanual más alta, con una tasa interanual del 5,2%, por debajo de la media; en una clasificación liderada por Castilla-La Mancha (6,5%), Castilla y León (6,1%) y La Rioja (5,9%).

Detrás de este repunte de la inflación, que experimenta su octavo mes consecutivo de subidas, está el encarecimiento de la electricidad y, en menor medida, de carburantes y lubricantes para vehículos personales, que en octubre del pasado año se abarataron. El índice de precios de consumo (IPC) se disparó en octubre el 2% con respecto a septiembre, según los datos del INE.

La inflación subyacente, la que excluye la energía y los alimentos no elaborados, alcanzó una tasa del 1,4%, y certificó la mayor diferencia con IPC general desde 1986. En todo caso, también marca una tendencia alicista desde el 0% al que llegó en abril pasado, lo que indicaría que el aumento de la energía se estaría trasladando a otros productos. De hecho en la cesta de la compra, con respecto a septiembre las prendas de vestir de hombre, de mujer y de niño y bebé se dispararon el 12,2%, el 13,6% y el 10,9%, respectivamente. En lo que va de año es la fruta fresca la que destaca, con un 13,6% y en tasa anual, los aceites y grasas, con el 23,9%.

Salarios

Y es que, uno de los riesgos de este impulso de la inflación son los efectos denominados de segunda ronda, mediante los que estas subidas los acaban trasladando las empresas a los productos y servicios para evitar perder márgenes. A su vez significa la posibilidad de que se registren presiones para subir los salarios, ya que pierden poder adquisitivo, con lo que se entra en una espiral precios -salarios. La subida media en convenio ronda en la actualidad el 1,4%. Y muchos convenios no prevén la actualización con respecto a la inflación actual. La evolución de la inflación ha hecho que se lancen propuestas por parte del vicepresidente del Banco Central europeo (BCE), Luis de Guindos, como vincular el incremento salarial a la inflación subyacente, es decir, aquella que excluye los elementos más volátiles, como la energía o los alimentos no elaborados, al considera que la escalada del nivel general de precios de precios es un fenómeno transitorio. algunas patronales ven la idea con buenos ojos, mientras que los sindicatos rechazan cualquier riesgo de pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

Ahorro

A su vez, una inflación tan elevada, con unos tipos de interés resta poder de compra al ahorro, en especial el que está en cuentas y depósitos bancarios, con un interés medio del 0,01% en las las que tienen un plazo de hasta un año; del 0,57% entre un año y hasta dos y del 0,20% en los plazos de más de dos años, según los datos del Banco de España.

Pensiones

Otro de los efectos de la subida del nivel general de precios es su impacto en las pensiones, cuya actualización se ha vuelto a ligar a la evolución del índice de precios de consumo (IPC) medio del año hasta noviembre. Hasta octubre, la inflación media del ejercicio se ha situado en torno al 2,5%. La Seguridad Social debe abonar la diferencia entre el nivel que se marque en noviembre y el 0,9% que subieron las pensiones este 2021. Además, en 2022 las prestaciones deben revalorizarse a partir de este nivel.