Los recortes milmillonarios que el Gobierno pretendía aplicar a las eléctricas se van a quedar en casi nada. El Ejecutivo aprobó en septiembre un plan de choque para amortiguar el impacto en el recibo de luz de las familias de la subida desorbitada de la electricidad, que inicialmente incluía un hachazo de los ingresos de las compañías. Pero tras un choque frontal con el sector, el Gobierno reformuló la normativa para dejar fuera de los recortes a las compañías que demostraran que no estaban beneficiándose de la espiral al alza del mercado eléctrico. Y lo están empezando a demostrar enseñando sus contratos de venta.

El Ejecutivo calculaba que las compañías tendrían que devolver unos 2.600 millones de euros en seis meses por los beneficios extraordinarios que sospechaba estaban recibiendo nucleares e hidroeléctricas por la subida del precio de la electricidad. Y las grandes eléctricas alertaban de que el golpe amenazaba con ser de hasta 5.500 millones, porque cuanto más subían los precios más tendrían que devolver.

Tras la reforma de la reforma -aprobadas con apenas un mes de diferencia una y otra por el Consejo de Ministros-, la devolución global que deberá afrontar todo el sector eléctrico español se aleja mucho de esos importes milmillonarios y se quedará en apenas 200 millones de euros hasta marzo de 2022, según fuentes conocedoras de las cifras de las compañías afectadas.

Primera minoración

Red Eléctrica de España -el operador del sistema eléctrico- es el encargado de recibir la información con la que las compañías deben mostrar que venden su electricidad de sus nucleares y sus hidroeléctricas con contratos a largo plazo y con precios estables y con niveles muy inferiores a los que actualmente marca el mercado eléctrico (que registra precios récord por el encarecimiento del gas y los derechos de CO2, cuando nucleares e hidroeléctricas son tecnologías que no soportan esos costes).

Red Eléctrica ha comunicado ya a las compañías los resultados de la primera tanda de revisiones de contratos que se realizará cada mes. El operador del sistema ha confirmado a Endesa que se librará por completo de los recortes y que el impacto en sus cuentas será cero, tras enviar la documentación que acredita que tiene toda su producción vendida a precios a niveles previos a la actual subida. Se cumple así los anuncios de la filial de Enel durante su última presentación de resultados financieros, cuando ya auguró que la nueva normativa no tendría efecto negativo alguno en sus cuentas.

Desde Iberdrola, por su parte, se asegura que ha tenido que afrontar este mes una reducida devolución -que no cuantifica al detalle- que es resultado de unos ajustes de su operativa y que sólo se aplicará en esta primer análisis de REE.

Unos ajustes que se deben, según las explicaciones de la compañía, a la concentración de operaciones de venta que pasan por el mercado mayorista para calcular el pago de impuestos ligados a la producción, y que no se repetirán en siguientes meses. Iberdrola, que ha sido la compañía que ha tenido una estrategia más dura de enfrentamiento con el Gobierno para tumbar los recortes, augura que desde este mismo mes el impacto de la reforma del Gobierno será también cero.

Inicialmente, la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán había cifrado en sus resultados trimestrales en 113 millones de euros el impacto de los recortes sólo en la segunda mitad de septiembre, pero ya anticipó que corregiría ese apunte para diluirlo y dejarlo en prácticamente nada.

Agujero en el sistema

El plan de choque aprobado por el Gobierno para amortiguar el impacto en el recibo de luz de las subidas en los mercados de electricidad y de gas incluye fuertes rebajas de los impuestos aplicados en la factura eléctrica y de la parte fija de las tarifas que supondrán un fuerte recorte de los ingresos del sistema eléctrico.

Para cuadrar las cuentas del sistema y cubrir el roto milmillonario que provocan estas medidas, el Gobierno adoptó parches para inyectar dinero de manera extraordinaria. Por un lado, incrementó en 900 millones de euros (hasta un total de 2.000 millones) el importe procedente de las subastas de derechos de emisión de CO2 que puede destinar a financiar costes del sistema eléctrico. Por otro, el Gobierno pretendía utilizar los ingresos extraordinarios devueltos por las eléctricas por los recortes aplicados.

Con las eléctricas librándose de los recortes, el Gobierno afronta un desajuste millonario en las cuentas del sistema eléctrico este año. Un agujero que en el conjunto del ejercicio acabará rondando los 500 millones de euros, según los cálculos que manejan las compañías del sector eléctrico. Una vuelta al déficit del sector porque el sistema eléctrico no podrá cubrir todos los costes que soporta con los ingresos que finalmente recibirá tras las rebajas de impuestos y de cargos aplicados, salvo que el Ejecutivo adopte otras medidas compensatorias antes de fin de año.