El vicedirector de la Agrupación Europea de Cooperación Transfronteriza Río Miño, Uxío Benítez, reclamó ayer que la obligatoriedad que establecerá Portugal de presentar PCR o prueba de antígenos negativa para entrar en el país no se aplique a los trabajadores transfronterizos. Benítez entiende que esta exigencia supondría un “perjuicio muy grande” para los cientos de personas que, a diario, cruzan a Portugal desde Galicia para trabajar. Para ellos, según el dirigente de esta agrupación de municipios de Pontevedra y el norte de Portugal, sería un “agravio terrible” ya que cada dos o tres días tendrían que certificar su negativo en COVID-19 con la correspondiente prueba.