El turolense Rafael Mateo Alcalá (Alcañiz, Teruel, 1959) está al frente desde el año 2010 de Acciona Energía, una de las mayores empresas del mundo del sector de las renovables. Su trayectoria personifica la transición energética pues inició su andadura profesional en la térmica de carbón de Andorra, propiedad de Endesa, primero como becario y después como director durante varios años. El Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón le entrega este martes el Diploma de Honor, la mayor distinción de la institución.

¿Cómo recuerda su andadura en la central eléctrica que ahora se está demoliendo?

Hace mucho de eso. Empecé con 22 años, recién terminada la carrera. Era la industria más grande y puntera tecnológicamente en aquel momento en Aragón, junto con la General Motors.

¿Sigue vinculado a Teruel?

Sí. En Alcañiz tengo casa, familia y amigos. Voy con cierta asiduidad, a la Semana Santa o las carreras de Motorland.

¿Cómo observa el proceso de transición justa de la zona?

Una transición es una mudanza, salir de una situación para llegar a otra, lo que implica tirar cosas viejas y cambiarlas para estar mejor. Nadie se muda a un sitio peor. Pero hay que hacerla deprisa. No se puede parar uno a mitad de camino y repensar qué hacer. Eso es dramático. Quizá es lo que nos ha pasado en la transición energética en España, que empezamos bien pero nos paramos durante mucho tiempo y ahora toca correr. La prueba más evidente es que todavía tenemos tanta dependencia del gas que importamos a los altísimos precios que otros determinan. Lo importante de una transición es tener claro de donde se quiere salir, a dónde se quiere llegar y a qué velocidad.

¿Ir deprisa significa acelerar el despliegue de renovables?

Sin duda. La transición debe ser hacia una economía descarbonizada. Por varias razones. El mundo entero ya ha tomado la decisión de que las emisiones de carbono a la atmósfera producidas por el ser humano generan el cambio climático, que tiene un coste inasumible para la sociedad. Para eso hace falta una electrificación basada en fuentes renovables, que son las únicas que son nuestra, autóctonas, predecibles en el precio y de largo plazo.

¿Qué le parece el concurso de renovables de Andorra?

Andorra tenía hace 40 años un activo que eran las minas de carbón, ya desaparecidas. Hoy su activo es la conexión a la red de 1.200 megavatios, que hay utilizar bien. El concurso es interesante porque no es por precio si no por contribución en empleo, generación de valor en la zona y aportación industrial. En Acciona hace tiempo que decimos que no hay que hablar del precio de la energía si no de su valor.

Acciona ha anunciado que optará a la puja, ¿con qué proyecto?

Lo haremos con un proyecto atractivo que esperamos que pueda sumar los puntos para ser adjudicatarios de al menos una parte de la potencia.

¿Este modelo de adjudicación debería replicarse en los nudos de acceso a la red que se liberen?

Es un modelo bien planteado. Veo bien que la adjudicación de los nudos se haga tratando de evitar la especulación que han practicado algunas compañía a la hora de captar las conexiones.

El rechazo a las renovables es creciente en el medio rural.

Lo veo mal porque las renovables son las que tiene que resolver la necesaria transición e independencia de los combustibles fósiles que importamos. Quiero entender que tienen rechazo aquellos proyectos mal planteados y aquellas empresas que tienen una inadecuada aproximación a los territorios. Acciona no llega como elefante a una cacharrería, sino buscando una relación de vecindad de muy largo plazo. No somos desarrolladores especuladores que trata de conseguir unos papeles para luego revenderlos. No debiera tener oposición los que lo hacen bien.

¿Son suficientes los beneficios que aportan al territorio?

Creo que sí. Además del valor colectivo, solo los impuestos locales y las rentas por los terrenos suman cinco euros por megavatio hora, lo que supone el 10% de los ingresos.

¿Qué planes de inversión tiene Acciona en Aragón?

Operamos casi 900 megavatios de potencia en centrales hidráulicas en el Pirineo. Ahora estamos impulsando parques eólicos, como el de Pedregales que estamos construyendo en Loscos (Teruel) y también tenemos proyectos de hidrógeno y del fotovoltaica flotante en los embalses que gestionamos en Huesca.