Tras 42 años fabricando vehículos en Barcelona, Nissan dice adiós a sus centros de Zona Franca, Sant Andreu y Montcada, herederos, a su vez, de una planta que se trasladó desde Cádiz en 1919, un punto y final que deja en el aire el futuro de 1.400 trabajadores directos y miles más indirectos. A la espera de conocer la alternativa en la que llevan meses trabajando las Administraciones públicas, los operarios de Nissan que han acudido ayerpor última vez a sus puestos en la fábrica de Zona Franca mostraban su tristeza por el cierre definitivo y su intranquilidad por la incertidumbre que reina.

“Hoy es un día de despedidas, lágrimas y abrazos, a pesar de la pandemia, pero es que no lo puedes evitar. Hay gente con la que has convivido toda la vida, son trocitos nuestros”, afirmaba ayer al mediodía Pedro, uno de estos trabajadores, con los ojos vidriosos. Los que se despedían así en la principal planta de Nissan en Cataluña forman parte del grupo que todavía conservaban carga de trabajo, después de que en los últimos días se hayan ido los destinados en la línea que ensamblaba la furgoneta eléctrica e-NV200.

La última línea en activo ha sido la dos, que ha producido a lo largo del día de ayer las últimas unidades de la pick up Navara. El centro de Montcada i Reixac cerró ya el pasado viernes, y el de Sant Andreu de la Barca dio salida ayer a sus últimos bastidores.